Arabia Saudí suspendió este jueves las visitas de peregrinos extranjeros a dos lugares sagrados para el islam por el temor a una nueva epidemia viral meses antes de la multitudinaria peregrinación anual del haj. El Oriente Medio acumula más de 350 casos confirmados del nuevo coronavirus.
La extraordinaria decisión de Arabia Saudí impide la llegada de extranjeros a la ciudad de La Meca y a la Kaaba, una estructura en forma de cubo hacia la que los 1.800 millones de musulmanes de todo el mundo dirigen sus rezos cinco veces al día. La decisión afectó también a las visitas a la mezquita del profeta Mahoma en Medina. Las autoridades suspendieron también la entrada al reino de personas con visas de turista emitidas por naciones afectadas por el virus.
La decisión mostró la preocupación acerca de una posible propagación del brote en Arabia Saudí, cuya adinerada monarquía basa su legitimidad en la protección de los lugares sagrados del islam.
El epicentro en Irán, la nación más afectada en Oriente Medio, parece estar en la ciudad santa chií de Qom, donde los fieles se arrodillan para besar y tocar un famoso santuario. La República Islámica tiene la mayor cifra de víctimas mortales _ 26 de un total de 245 casos confirmados el jueves _ fuera de China, donde se descubrió el coronavirus en diciembre.
La pequeña nación petrolera de Kuwait anunció también el jueves un repunte en el número de afectados, hasta 43 desde los 26 anteriores, todos ellos relacionados con personas que visitaron recientemente Irán.
Por el momento, Arabia Saudí no confirmó ningún caso de COVID-19, la enfermedad provocada por el virus.