Teherán no tiene planes inmediatos de poner ciudades en cuarentena para frenar el nuevo coronavirus que se está expandiendo con rapidez por el país, indicó el miércoles el presidente de Irán. La república islámica tiene la cifra de muertos más alta fuera de China, con 19 fallecidos y 139 casos confirmados el miércoles.
El presidente, Hasán Ruhani, admitió que controlar el virus en el país podría llevar “una, dos o tres semanas”. La mayoría de los más de 200 casos confirmados en Oriente Medio están relacionados con el foco de infección en Irán.
El responsable iraní de la lucha contra el virus dio positivo en la enfermedad al día siguiente de intentar restar importancia al brote.
Aun así, Ruhani intentó relacionar la crisis con las tensas relaciones de Irán con Estados Unidos.
“El coronavirus no debe convertirse en un arma para que nuestros enemigos detengan el trabajo y la producción en nuestro país”, dijo Ruhani, según una transcripción subida al sitio web de la presidencia iraní.
La televisora estatal iraní informó el miércoles de 19 muertos por el nuevo coronavirus, con 139 casos confirmados en el país por ahora.
Un presentador de la televisora estatal anunció los nuevos datos. El portavoz del Ministerio de Salud Kianoush Jahanpour instó a los iraníes a evitar “viajes no imprescindibles”, especialmente a las provincias más afectadas, como Gilan y Qom.
EL coronavirus ha infectado a más de 80.000 personas en todo el mundo, causando unas 2.700 muertes, la mayoría en China. La Organización Mundial de la Salud ha bautizado como COVID-19 a la enfermedad que produce el virus.
Los expertos seguían temiendo que Irán no estuviera reportando todos los casos y muertes, debido a la rápida expansión regional del virus desde el país. Un legislador ultraconservador iraní dijo el lunes que 50 personas habían muerto solo en la ciudad de Qom, algo que las autoridades negaban.
La estimación de Ruhani sobre que controlar el virus tomaría tres semanas a lo sumo seguía a reiterados intentos de las autoridades por minimizar la amenaza del virus.
Eso avivó las preocupaciones entre los iraníes, en medio de un clima de tensión que ha incluido protestas económicas generalizadas, un ataque de dron estadounidense que mató al máximo general iraní y el derribo accidental de un avión ucraniano de pasajeros por parte de fuerzas iraníes, que las autoridades negaron durante días. Las recientes elecciones parlamentarias tuvieron la menor participación jamás registrada en el país.
Un portavoz del Ministerio de Salud sugirió el martes que controlar el virus podría tomar hasta finales de abril. El Año Nuevo Persa, o Nowruz, llega el 20 de marzo, y los expertos temen que el virus se extienda aún más en todo el país si no se ha frenado para entonces.
“Es probable que Teherán esté minusvalorando de forma considerable el riesgo que plantea un brote de coronavirus para sus ciudadanos, su economía y sus vecinos”, indicaron analistas del Eurasia Group. “Irán tiene un sistema público de salud relativamente robusto, aunque se ha visto debilitado por sanciones estadounidenses. Pero un colapso en la toma de decisiones a nivel nacional ha mermado gravemente su capacidad para contener la expansión del virus”.
También el miércoles, la aerolínea nacional egipcia, EgyptAir, amplió de forma indefinida sus suspensión de vuelos a y desde China, según autoridades aeroportuarias egipcias, que hablaron bajo condición de anonimato porque n estaban autorizadas a informar a la prensa.