El prestigio del general Aquilino Juares quedó en entredicho tras las investigaciones por forjamiento de actas.
Se le acusaba de manipular las elecciones a favor del Partido Liberal. Pese a su poder, el desenlace fue inevitable, aunque al final terminó favorecido, pues era uno de los hombres más notables y progresistas de la región.
Juares nació en Cabudare el 5 de enero de 1846, de la unión de Nieves Juares e Inés Rumbo. Sus primeros años de vida transcurrieron en la población de Sarare entre 1849 hasta 1859, donde recibió educación de parte de su padre, quien regentaba allí una escuela municipal. A los 13 años se incorporó al batallón del general centralista Francisco García a su paso por Sarare vía Gamelotal, que como bautismo de guerra, participó dos días después en la Batalla de Tierritas Blancas, el 3 de septiembre de 1859.
Luego de un encuentro sangriento, desertó y se alistó en
las filas federalistas al mando del general Juan Crisóstomo Falcón, luchando en las batallas de Santa Inés registrada el 10 de diciembre de 1859 y Coplé el 17 de febrero 1860.
Cuando Antonio Guzmán Blanco asciende a la primera
magistratura nacional en 1870, por medio de la Revolución de Abril, tuvo que lidiar por casi dos años con una recia oposición, que terminó liquidando con las elecciones de 1872, en donde se eligió al Presidente y demás representantes de las entidades regionales.
En el proceso comicial -como era de esperarse- Guzmán fue ratificado como presidente y sus acólitos obtienen la mayoría de los cargos de representación. No obstante, el doctor en Historia Jaime Ybarra, en su investigación: Fraude electoral de Barquisimeto, 1872, apunta que en la jurisdicción se formula una denuncia relacionada con fraude electoral que implican directamente al general Aquilino Juares y Eusebio Díaz, ambos pertenecientes al Partido Liberal.
Escudriñan los resultados
A través del oficio N° 362, expedido por el Ministerio de Interior y Justicia, el 21 de octubre de 1872, el Presidente Guzmán Blanco ordena a Joaquín Berríos, efectúe la correspondiente investigación sobre “forjamiento de actas”.
El historiador señala que la investigación se centró en la existencia de 96 mil 714 votos en el distrito San Miguel del departamento Urdaneta. “Las estadísticas de esta circunscripción confirman que la localidad de San Miguel tenía una población de 11 mil 166 habitantes, y el departamento Barquisimeto, capital del estado, 42 mil 266, por ende, resulta imposible que de los 17 distritos que conformaban el estado Barquisimeto, sólo en San Miguel se hubiera registrado 96.714 votos, considerando que todo el estado tenía una población de 144.230 habitantes”.
Confirmada las irregularidades en los comicios de Barquisimeto, el Ejecutivo nacional, mediante Decreto del 8 de noviembre de 1873, declaró la nulidad del evento electoral y ordenó se realizaran nuevamente. El fraude le costó la separación del cargo al general Aquilino Juares, quien fue sustituido por su homólogo Eleazar Urdaneta.
Algunos cómplices de la sonada transgresión fueron encarcelados, pero los autores intelectuales como Juares, Juan Tomás Pérez y Ramón y Simón Escobar, alcanzaron poco después, importantes cargos de representación, “además de formar parte de la élite editorial barquisimetana”.
Un hombre público
Aquilino Juares fue presidente del estado Barquisimeto entre 1871 y 1873. Más tarde, en 1874, representó al mismo estado en el senado. Presidió el estado Yaracuy en 1880 y un año después fue gobernador de la sección Yaracuy del Gran estado Norte de Occidente.
Nuevamente alcanza la primera magistratura del estado Lara entre 1894 a 1898.
Senador por el estado Falcón en febrero de 1898 y ocupó la cartera de Guerra y Marina en octubre de ese año.
Parlamentario por Lara en enero de 1901 y febrero de 1902, y finalmente senador de la misma entidad regional en junio y julio de 1904, muriendo repentinamente de «insuficiencia aórtica» y en estado de pobreza el 30 de agosto de ese año.