Es imposible que Nicolás Maduro pueda reactivar PDVSA, porque ésta se encuentra en ruinas y la comisión que nombró para reestructurar la empresa es una cortina de humo.
La opinión fue emitida por el dirigente sindical Froilán Barrios del Frente Autónomo en Defensa del Salario, Empleo y Sindicato, quien responsabilizó a Chávez y a Maduro de la destrucción de la principal empresa petrolera de Latinoamérica.
Hasta el 2002, Pdvsa llegó a producir tres millones de barriles diarios y en este momento, con gran dificultad, apenas 700 mil y «el que se autoproclama como presidente obrero se llena la boca diciendo que Venezuela será una potencia petrolera cuando la ha llevado a la ruina».
Caos total
El derrumbe de Pdvsa comenzó cuando Chávez le asignó funciones distintas a las que cumplía la empresa y dejó a un lado los programas que tenía la petrolera, sobre todo en planificación y tecnología. «La convirtió en un botín para la corrupción al punto que el propio Rafael Ramírez, quien fuera presidente de la compañía y ministro de Petróleo, confesara que se habían perdido 700 mil millones de dólares en manos de amigos de Maduro y militares».
Por otra parte, ya hemos perdido la cuenta, desde el 2013 cuando Maduro asumió el poder, de las comisiones que ha nombrado y ninguna ha dado resultados. Esta tampoco lo dará porque está formada por gente que nada sabe de la industria petrolera, agregó el sindicalista.
Y como Pdvsa ha venido siendo desmantelada, es de presumir, en cuatro o seis meses la comisión de defensa y reestructuración petrolera, será presentado el informe que recomiende la venta a las trasnacionales, que ya tiene el control de sus operaciones, como es el caso de Rosneft.
Y por último, Maduro no habló nada de sindicatos, que son los que han luchado por los trabajadores y éstos han elegido a sus directivas, distinto a los consejos productivos de los trabajadores, nombrados por el régimen y, por supuesto, para que le rindan cuentas.