El número de nuevos casos de virus en China volvió a bajar, con apenas 394, luego de que las autoridades cambiaron de nuevo el modo de contabilizar las nuevas infecciones diarias. Ahora se descuentan los casos que resultan negativos tras las pruebas de laboratorio.
Otras 114 personas más fallecieron a causa de la nueva enfermedad, el COVID-19, mientras inspectores de salud fueron puerta a puerta para encontrar a todos los afectados en la ciudad en el epicentro del brote, Wuhan.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Japón reportó el deceso de dos antiguos pasajeros de un crucero afectado por el virus, elevando a tres el número de fallecidos en el país. El Diamond Princess registró la mayoría de casos fuera de China, con 621 pasajeros y tripulantes infectados.
La China continental reportó un total del 2.118 fallecimientos de 74.576 casos. Aunque el contagio general del virus se ha desacelerado, la situación sigue siendo grave en la provincia de Hubei y en su capital, Wuhan, donde se detectó el nuevo coronavirus por primera ocasión en diciembre pasado. Más del 80% de los casos a nivel nacional y el 95% de los decesos se han registrado en Hubei, según datos de la Comisión Nacional de Salud de China.
La nueva cifra de casos nuevos de este jueves contrasta notablemente con los 1.749 de la víspera. La Comisión dijo que se restaron 279 casos del reporte diario luego de que las pruebas de ácido nucleico arrojaron resultados negativos.
La reducción de los nuevos casos en China fue en parte el resultado de que los trabajadores sanitarios dejaron de diagnosticar a los pacientes en el acto, y de mejoras en la clasificación de los síntomas, explicó Wang Guiqiang, un especialista en enfermedades infecciosas del Primer Hospital, ligado a la elitista Universidad Peking de Beijing.