Un vuelo comercial sirio aterrizó este miércoles en Alepo procedente de Damasco, reanudando los vuelos internos entre las dos ciudades más grandes de Siria por primera vez desde 2012.
El vuelo, que llevaba a miembros del gobierno y periodistas, era un mensaje simbólico del gobierno del presidente, Bashar Assad, días después de que sus fuerzas consolidaran su control en la provincia noroccidental de Alepo y tomaran los últimos tramos de la estratégica autopista M5 que conecta Alepo con Damasco. La carretera se reabrió por primera vez en ocho años.
Respaldadas por intentos ataques aéreos rusos, las fuerzas del gobierno llevan semanas de ofensiva para retomar las zonas rurales de Alepo y parte de la vecina provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, las últimas zonas bajo control rebelde en el país.
La ofensiva ha hecho huir a cientos de miles de civiles hacia la frontera con Turquía, en uno de los movimientos más grandes de desplazados en los ocho años de guerra.
Huyendo de las bombas, muchos se marcharon con sus pertenencias apiladas en vehículos y ahora duermen en carpas o cobijados bajo árboles en campo abierto cerca de la frontera turca, pese a las gélidas temperaturas.