Luego de que Diosdado Cabello acusara a Juan José Márquez de trasladar explosivos a través de la aerolínea portuguesa TAP, el Ministro de Relaciones Exteriores del mencionado país europeo, Augusto Santos Silva, se pronunció para rechazar los señalamientos y pidió la investigación de los hechos.
“No tienen sentido las acusaciones hechas por el gobierno venezolano contra Portugal y TAP”, dijo el funcionario, quien luego aseguró que el arresto de Juan José Márquez es un “intento” de intimidación para Juan Guaidó.
El régimen chavista había señalado que TAP había violado los estándares internacionales por, supuestamente, llevar explosivos, y Santos Silva acotó que “el embajador portugués en Venezuela actúa siguiendo instrucciones del gobierno portugués y en cumplimiento absoluto de las disposiciones del derecho internacional”.
“El gobierno portugués, ni por acción ni por omisión, contribuye en Venezuela a otra cosa que no sea facilitar el diálogo político entre las fuerzas que luchan por hacer una transición política pacífica que, en nuestra opinión, solo se puede lograr con elecciones justas, transparentes y libres”, agregó el Ministro.
