Varias mujeres que migraron a Cúcuta, Colombia, contaron a El Diario cómo han tenido que sobrevivir al desempeñarse como trabajadores sexuales en las calles del hermano país.
“Me vine por lo que está pasando en Venezuela, por Maduro. Por eso fue que me vine, para ayudar a mi familia”, declaró una de las mujeres.
En este contexto, revelaron que encuentran a sus clientes en algunos locales nocturnos, los cuales no les cobran entrada pues las féminas deben hacer que los hombres consuman durante los momentos previos al encuentro sexual.
Igualmente, destacaron que las edades de las trabajadoras oscilan entre 19 y 27 años y que la mayoría provienen del interior de Venezuela. Agregaron que huyeron debido a la crisis humanitaria que sufre el país.
Además, confesaron que la mayoría no le ha dicho a su familia que el dinero que envían proviene de labores de prostitución. La tarifa suele ser de 38.000 pesos o 13 dólares al momento de realizar un acto sexual.
Por su parte, las autoridades que laboran en la avenida Séptima de las calles de Cúcuta aclararon que, aunque la prostitución no es ilegal, suelen realizar requisas para asegurar que las mujeres no sean menores de edad y posean documentación.
Por último, acotó que en general las trabajadoras estarían cumpliendo un rol de “acompañantes” pues se sientan con los clientes a consumir alcohol y que deben trasladarse a hoteles si acceden a tener relaciones sexuales.
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