En términos reales la banca nacional registró una contracción de 47,4% entre el 2018 y 2019, de acuerdo con las estimaciones que maneja la consultora Aristimuño Herrera & Asociados (AH&A), lo que explica la reducción de cerca de 7.000 puestos de trabajo y la disminución de su red de agencias que pasó de 3.406 oficinas a 3.194, en un proceso de acomodo que ya lleva varios años.
Mientras que las transiciones tecnológicas han tenido su participación en este ajuste, a tal punto que más de 60% de los clientes, en promedio, hace la mayoría de sus transacciones en los canales digitales, mientras que la crisis del efectivo y la masificación de medios de pago electrónicos han conducido a que también la red de cajeros automáticos se haya contraído en 1.620
unidades o 24,80% en un año.
La Sudeban refleja que el número de ATMs (Automated Teller Machine o cajeros automáticos) pasó de 6.530 en diciembre de 2018 a 4.910 en 2019, y la perspectiva es que continúe la reducción, porque estos equipos son cada vez menos utilizados y su mantenimiento representa altos costos para la banca.
El número de taquillas internas en diciembre pasado se ubicó en 12.183, de las cuales estuvieron activas en promedio 10.727 o el 88,04%. En comparación con 2018, el número de taquillas disponibles bajó 15,29%, mientras que el porcentaje de puestos de atención activos descendió 2,06 puntos porcentuales, ya que en La red de puntos de venta disponibles que la banca tiene conectados se ubicó en 431.831 unidades a diciembre pasado, según la Sudeban, un aumento de 6,95% en comparación con 2018. De hecho, esta red subió 28.000 unidades en el año.
En esta materia, 2019 fue un período de fuerte desaceleración de la conexión de puntos de venta, ya que entre diciembre de 2017 y el mismo mes de 2018, el número de pos aumentó 11,48%, casi el doble que en el período anual siguiente, lo que compensó una reducción de 0,85% de la red entre 2016 y 2017.
Sin embargo, fuentes financieras informadas indican que la tasa de crecimiento de los puntos de venta ha estado por debajo de la demanda en los últimos cuatro años, por las limitaciones financieras para la adquisición de equipos. La crisis del efectivo, fundamentalmente, ha hecho que la ventas de estos dispositivos llegaran a registrar variaciones al alza de alrededor de 40% anual, pero se estima que hay un déficit de alrededor de 250.000 dispositivos.
Si se toma en cuenta que la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco) ubicaba el déficit de puntos de venta en 500.000 dispositivos en 2016, parece que la industria ha hecho un esfuerzo por ajustar la oferta a la demanda de manera consistente, pero las fuentes consultadas apuntan que la ventas se han desacelerado por el costo de los equipos, destaca la consultora Aristimuño Herrera & Asociados (AH&A).
