Con la reforma inconstitucional de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana por parte de la Asamblea Nacional Constituyente, que incorpora la Milicia, rechazada el 2 de diciembre del 2007 en el referendo convocado por el entonces presidente Hugo Chávez, coloca al Estado en una situación difícil, porque no existen recursos para atender una plataforma de 4 millones de efectivos militares.
Perversamente, se está dando pie a que ese gran número de individuos se conviertan en agrupaciones regionales, que se autofinancien, advirtió la Dra. Rocío San Miguel, coordinadora nacional de la organización no gubernamental Control Ciudadano, quien es especialista precisamente en materia militar y como tal es invitada a instituciones internacionales.
Hasta ahora, la fuerza armada venezolana estaba compuesta por 140 mil efectivos, explicó en entrevista hecha por Elimpulso.com. Pero, ahora con la incorporación de este cuerpo inconstitucional, porque no está contemplado en la Constitución y fue rechazada la idea de su creación, el quinto componente supera en más del 28 por ciento por ciento al resto de la institución.
De esta forma se ha pasado de un militar por cada 200 venezolanos, a un efectivo militar por cada 7 venezolanos. Desproporción de ésta naturaleza sólo se puede ver en Corea del Norte, Irán y Cuba.
Se trata, en este caso, de un cuerpo no formado profesionalmente, pero sí organizado con fines políticos, ideologizado, sin garantía de imparcialidad y que, dada su enorme cantidad de integrantes, terminará autofinanciándose porque el Estado no estará en capacidad de sostenerlo.
En este orden de ideas, considera la Dra. San Miguel, que los milicianos podrían optar por buscar sus propios recursos a través de cinco actividades irregulares: tráfico de minerales, alimentos, armas, personas y drogas.
