El 10 de febrero de 1867 vio la luz del mundo en Carora Federico del Carmen Carmona Álvarez, notable figura de la intelectualidad larense y fundador de El Impulso, medio que revolucionó el periodismo en esta entidad y que hoy se mantiene como el órgano informativo más antiguo de Venezuela.
Federico Carmona hizo de la literatura su universo y desde joven consagró su vida al mundo de las letras, pero no únicamente en el cultivo de las mismas, sino en la confección y edición de libros y periódicos que sirvieron de instrumento a la civilización de una población en la cual leer y escribir era un limitado privilegio.
Instala su primer taller en la bucólica Carora de 1890. Era la Imprenta Torres, empresa soportada en una primitiva prensa plana de la cual salieron en 1904 los primeros ejemplares de El Impulso.
Don Federico siempre veía más allá del horizonte. Era asiduo a la Oficina del Telégrafo y ahí escudriñaba los telegramas y cables y era el primero en enterarse en la ciudad, que más allá de nuestras fronteras habían carruajes capaces de andar sin caballos llamados «automóviles» y máquinas que podían despegar del suelo y volar, conocidas como «aeroplanos».
Todos esos conocimientos los compartía Don Federico con sus asiduos lectores en las páginas de El Impulso y ya hablaba de la necesidad de carreteras, incluso ante de llegar los primeros carros a Barquisimeto y Carora por allá en 1913 y 1914.
Hombre de voluntad inquebrantable, salía desde muy temprano a «lomo de mula» a las poblaciones vecinas a ofrecer sus servicios de imprenta, pues al principio El Impulso solo se vendía por suscripción y eso no generaba suficientes ingresos para la manutención del taller.
Pero lo recio no le quitaba lo cortés a este noble hidalgo, caballero de quien podemos decir era un gran diplomático y tanto es así, que a lo largo de su existencia supo convivir con dos férreos regímenes como lo fueron el de Cipriano Castro y el de Juan Vicente Gómez, tarea nada fácil para quien se manejaba en el medio periodístico de ese entonces.
En 1919 decide mudar El Impulso a Barquisimeto y aquí dejó para su legado que se ha mantenido a lo largo de los años por más de un siglo. Su última gran empresa fue una edición paralela del diario en Caracas, pero la muerte lo sorprendió y falleció a los 61 años de edad en la capital.
Pero quienes dejan huella no se extinguen, simplemente se ausentan y hoy su obra permanece intacta en el entendido que la misión primigenia se sigue cumpliendo, y es informar día a día todos los acontecimientos locales, nacionales y universales.