Pocos sucesos causaron tanto revuelo como la tragedia de la escuela Wohnsiedler de Barquisimeto, plantel que se ubicaba en lo que hoy es la carrera 18 con la esquina de la calle 26.
Era el año 1931, tiempos de la dictadura de Juan Vicente Gómez y el presidente del estado, que era como se le decía al gobernador, era su primo en general Eustoquio Gómez.
El 6 de junio muy temprano, las clases se iniciaron en el referido centro educativo con normalidad. Pero a eso de las 9 de la mañana el techo de la escuela se desplomó y aplastó a siete niñas que cursaban estudios en el plantel.
Otras treinta criaturas resultaron gravemente heridas y fueron rescatadas de entre los escombros por los parroquianos que acudieron presurosos en su auxilio.
Ante la magnitud del suceso, El Impulso lanzó una edición especial que circuló el mismo día de la tragedia a partir del mediodía. Amábilis Cordero filmó con su cámara algunos aspectos de la tragedia, especialmente el concurrido sepelio de las niñas fallecidas.
El 7 de junio las siete víctimas fueron sepultadas. Al cortejo asistieron innumerables personas, muchas para acompañar a los familiares en su dolor, otras simplemente por curiosidad y hasta el hermano Nectario María de la Congregación de La Salle, dio sus más sentidas palabras.