“Ven, mi noble corcel, fiel compañero
En la ruda fatiga y los combates;
Tú, que al sonido del clarín guerrero,
La crin erizas y la tierra bates”
Sorprendido han debido quedar lectores de El Cojo Ilustrado que con la presentación de el gran libro venezolano de literatura, ciencia y bellas artes, publicado en centenario del natalicio del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. Lo imaginamos porque en la crónica se difunde el poema A Mi Caballo al cual corresponde la cuarteta inicial de versos, de la autoría del líder de la Guerra de la Federación, Juan Crisóstomo Falcón Zavarce.
Manifiesto de libertad es calificado dicho poema que humaniza a El Gran Ciudadano, que este 27 de enero cumple el bicentenario de su natalicio en Jadacaquiva, Paraguaná. En Jacuque de Los Taques de esta Península contrajo matrimonio con Luisa Isabel Pachano y Muñoz.
En paz, tranquilo con mi tierna esposa
Despreciaré del déspota el furor,
Y de la envidia insana y tenebrosa,
El odio injusto y el tenaz rencor
le expresa en su comentado poesía.
Antes del matrimonio tuvo dos hijos reconocidos con María Rita Arias: Romualdo y Francisca Ana Falcón.
El Mariscal, grado quepara entonces sólo ostentaba el Prócer cumanés, es reconocido por su talento.
Del Caudillo magnánimo en pos, tal pregona el himno que le escribió “Distante del bullicio y la ambición” (versa en A Mi Caballo) en 1905 el poeta y educador coriano, Elías David Curiel. Pese a esa abducción –la historia abunda-Falcón fue designado para el ejercicio por tres períodos, Presidente de Venezuela. En el último fue electo constitucionalmente por un quinquenio el 15 de 1863 pero renunció a los dos años y se retiró a Coro.
Bajo su mando promulgó el 13 de abril de 1864 en Santa Ana de Coro la Constitución de Estados Unidos de Venezuela,denominación adoptado por ella.
Decretó el Pabellón Nacional de siete estrellas y coloca al escudo la fecha del 20 de febrero 1859, con el “Dios y Federación”. Eliminó pena de muerte, prisión por deudas y decretó el voto universal para Poderes Ejecutivo y Legislativo.
Hasta la producción de este comentario -21 de enero- oficialmente y por razones desconocidas, se ignora oficialmente la conmemoración del Bicentenario del natalicio de Juan Crisóstomo Falcón.
Así como el Gobierno decretó fiesta nacional el bicentenario de Ezequiel Zamora y declaró “día de júbilo el 1° de febrero del 2017 (fecha de la efeméride), debe hacerlo con el Mariscal.
En laureado libro La llamada del Fuego Vida, Pasión y Mito de Ezequiel Zamora”, del igual galardonado Adolfo Rodríguez, ex-rector dela Universidad de Los Llanos, rebate a Federico Brito Figueroa que “trata de idealizar su figura y llegó hasta utilizar datos falsos”, de EZ.
Para Rodríguez –entre documentados hechos- era de muy escasa cultura; menciona su “rebullicio mental” y “su oleajes intáctico”. Apresado por insurrección y su pena de muerte le fue perdonada por Monagas, a cuyo servicio se puso como “vasallo leal y fervoroso”. Llegó a ser rico y prestamista al 2%. Cuando huyó a Curazao “llevaba plata en bruto”. Define su vida como de “galleras, cuitas amorosas, cuentas de casabe, apresuradas y no bien digeridas lecturas, esclavos por cobrar, adulación en busca de ascensos, desprecio visceral en contra del sabio José María Vargas o el prócer José Antonio Páez.
Al homónimo estado de Falcón y en especial en el Municipio Federación, por el cual tuvo predicción; en el que libró la batalla Mapararí y en su Jadacaquiva natal, consideramos que el Prócer intelectual poeta debe ser conmemorado.
AL MARGEN. Más a menos pasó el que fue 3ra fuerza política del país, que el 19 de Enero arribó a 49 años. Lo fundaron los excluidos por el oportunismo Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez. Contó adhesión internacional del músico griego Mikis Theodorakis y del Nobel Gabriel García Márquez donó los Bs 100 mil del premio Rómulo Gallegos.
Alberto Jordán Hernández
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