Desde el 2004, cuando Fidel Castro y Hugo Chávez decidieron integrar en una sola revolución a Cuba y Venezuela, éste dejó de ser un país.
No puede, entonces, extrañarnos que el embajador de la isla, Dagoberto Rodríguez Barrera, tenga abiertas las puertas de ministerios y otros entes públicos.
El comentario lo hace, al ser consultado por Elimpulso. com, el Dr. Agustín Blanco Muñoz, docente e investigador de la Universidad Central de Venezuela, coordinador del Centro de Estudios de Historia Actual, autor de 17 volúmenes de Testimonios Violentos y 10 volúmenes de Violencia en la Venezuela Actual, además de los libros de entrevistas Habla el General Marcos Pérez Jiménez, Pedro Estrada habló, Habla el Comandante Hugo Chávez y otras obras.
Precisó que en La Habana, en 2004, Castro y Chávez acuerdan mantener una relación permanente entre Cuba y Venezuela, unidas las dos naciones en una sola revolución. Se fundó Venecuba. No Cubazuela, que es despectivo, como dicen en Miami los cubanos.
Al respecto, recordó, publicó un trabajo en El Universal, de Caracas. Y en el 2012 le editaron un artículo, en el cual decía que somos exvenezolanos porque provenimos de un expaís “sin derecho, ni instituciones independientes, donde unos usurpadores se han agarrado para ellos todo lo que tiene que ver con el mundo y el poder, y hacen lo que les da la gana”.
El 30 de octubre del 2000 fue suscrito un convenio integral de cooperación entre Castro y Chávez, en Caracas. Desde entonces existe una vinculación muy prolongada.
Guerra avisada
Dijo el Dr. Blanco Muñoz que no puede causar sorpresa que el embajador cubano participe en la conducción del gobierno de Maduro, porque desde hace 16 años, Castro y Chávez convinieron en que Cuba y Venezuela tenían una sola revolución.
Lo denunciamos desde el comienzo, subrayó. Maduro es una repetición de lo mismo.
Claro está, se ha incrementado esa relación porque hay más necesidad y más amenazas del imperio.
Cuba, Rusia, China, Irán, Turquía e Irak, así como todos los países del Alba, ahora forma un macro imperio, del cual Venezuela es una colonia.
Simplemente, es un expaís desde comienzos del siglo 21 y ya no existe nación como tal. Hay unos dueños de Venezuela.
Lo peor es que somos sobrevivientes. Por las calles deambulamos muertos de hambre. Esa es la verdad y millones se han ido al exterior. En ningún momento de la historia el hambre había tenido tanta dimensión.
Aquí perdimos la independencia, la soberanía. La podredumbre y la política de la ambición, de la negociación, es lo que tenemos hoy.
El gran culpable no es sólo el gobierno, ya que a favor de éste actúan algunos y una mayoría es de simples observadores, que esperan que otros nos hagan la historia.
No soy de los que piensan en una invasión, sino de los que piensa que el cambio tiene que comenzar con la acción del colectivo social, del pueblo, que debe unirse, organizarse en forma consciente, para hacer los organismos de lucha y combate democráticos para la construcción de la nueva Venezuela.
No podemos pedir caudillos tipo Chávez, que sean el actor de una nueva historia, ya que lo que se debe impulsar es el propio movimiento social democrático y para ello hay que tener conciencia de que debemos quitarnos de encima la bota militar.
