La confesión pública de Nicolás Maduro, de haber incorporado al embajador de Cuba, Dagoberto Rodríguez Barrera, al Consejo de Ministros y ordenar a los entes del Estado a “abrirle las puertas”, podría configurar un hecho de traición a la patria.
Tal es la opinión del Dr. Román Duque Corredor, exconsultor jurídico de laPresidencia de la República de Venezuela (1979-1982), exmagistrado de la Corte Contenciosa Administrativa, exmagistrado del Tribunal Supremo de Justicia, profesor de las Universidades Central de Venezuela, Andrés Bello y Santa María, y miembro de la Asociación Mundial de Juristas.
En primer término, al declarar Maduro, a través de una cadena de radio y televisión, que incorpora al embajador extraordinario y plenipotenciario de Cuba, Dagoberto Rodríguez Barrera, al Consejo de Ministros, para que asesore ministerios, institutos, empresas del Estado y otros entes, que deben abrirles la puerta, está haciendo una confesión pública: parte del régimen de Venezuela es ejercido por el castrismo.Y segundo, es falaz. Se cae en su afirmación de que la decisión fue tomada con fundamento en el Convenio Integral de Cooperación, suscrito el 30 de octubre del año 2000 por Fidel Castro y Hugo Chávez.
Dicho acuerdo no permite al embajador cubano efectuar funciones de gobierno en Venezuela, en lo que se refiere a integrarlo al Consejo de Ministros.Aparte de esos aspectos, existen principios que no pueden ser obviados por el Ejecutivo Nacional. Constitucionalmente, Venezuela es una nación libre y soberana. Así lo establece el primer artículo del texto constitucional. Como Estado tiene derechos irrenunciables a su soberanía y autodeterminación.
Cuando se permite que un extranjero tenga la responsabilidad de ejercer funciones gubernamentales, se está desconociendo el primer artículo de la Constitución en todo lo concerniente a independencia, soberanía e inmunidad de la República.Es una grave violación del sentido nacional y patriótico la confesión pública hecha por Maduro, que podría configurar traición a la patria.
Porque Maduro le está permitiendo a Cuba conquistar Venezuela, arrebatarle su soberanía y desligarse él de sus funciones en lo que respecta al control del Consejo de Ministros y, en general, del gobierno.Brutal ha sido la confesión de Maduro, dijo el Dr. Duque Corredor.
Sus palabrasagravan más su ilegitimidad, ya que es producto de unas elecciones fraudulentas y por la misma circunstancia es desconocido por los países democráticos.Nunca antes se había presentado un caso como éste y no podrá decir Maduro que el gobierno cubano lo obligó a efectuar esa confesión públicamente o que fue una imprudencia. El régimen cubano no puede estar muy cómodo con esa confesión.