Los trabajadores no se alegran cuando se anuncian aumentos salariales, porque en realidad no se producen, ya que lo que ha habido es una reducción del sueldo, dijo Robert Sánchez, especialista en recursos humanos y secretario general del Sindicato de Empleados Públicos del Ejecutivo del estado Lara.
En su intervención en el foro el petro y sus efectos socioeconómicos dijo que si se suman los índices inflacionarios de Argentina, Chile y Colombia, donde se han producido protestas salariales, totalizan un 55 por ciento, mientras que en Venezuela fue de 7.334.
Si el salario mínimo de los argentinos era de 257 dólares y lo consideraban exiguo, cómo se puede considerar el de los venezolanos, especialmente los del sector público, que es de apenas 3 dólares con 16 centavos.
El dirigente sindical indicó que el salario no ha aumentado desde hace siete años, porque si en 2013 era de 251 dólares y hoy apenas supera los tres dólares, la reducción ha sido drástica.
En comparación con aquel año, los trabajadores han perdido 248 dólares en su sueldo.
Pero, no sólo han sufrido una merma en sus ingresos, sino que existe una política de persecución contra los trabajadores, ya que no pueden hacer ningún reclamo.
Y el régimen ha llegado al extremo de acabar con la contratación colectiva. De esta forma se trata que los trabajadores abandonen sus cargos. Ya el 40 por ciento de la nómina de las universidades ha quedado vacante y las aulas se encuentran, prácticamente, vacías.