El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en Lara comenzó el 2020 con un significativo déficit de trabajadores, el cual alcanza el 65 % de su totalidad de empleados, según manifestó a Elimpulso.com el vocero del Sindicato de Trabajadores de ese organismo, Alberto Domínguez.
La cifra total de empleados, entre enfermeras, personal administrativo y obrero que manejaban para finales de 2018 era de 2000, pero hasta el inicio de este 2020 tan solo quedan 550 trabajadores, según los números registrados por Domínguez.
El dirigente también detalló que para el mismo año (2018) la cantidad de enfermeras en Lara llegaba a 1060, sin embargo en la actualidad quedan 325. La disminución también se observa en el personal administrativo pues de 320 empleados solo hay 120; mientras que en el sector obrero, contaban 440, pero quedan 140.
“La Organización Mundial de la Salud establece que por cada diez mil habitantes, debe haber 23 enfermeras, pero aquí tenemos seis enfermeras por cada 10 mil habitantes”, expresó con preocupación Alberto Domínguez, quien añadió que entre el 40 y el 50% de estos empleados se ha ido a causa de los pírricos sueldos que ganan, mientras que el 15% se ha retirado producto de persecución laboral o despidos injustificados.
Horario de contingencia
La forma que han encontrado algunos jefes para retener la migración de los trabajadores hacia clínicas o hacia otros países, ha sido la aplicación de horarios de contingencia, a través de los cuales le permiten al trabajador asistir a su puesto por menos días a la semana con el fin de que puedan desarrollar otras actividades.
Esta situación obedece a los bajos sueldos que perciben; y Domínguez recalca que esto repercute negativamente en la prestación de servicio hacia el paciente, pues hay muy poco personal para atenderlos y aparte deben comprar sus insumos.
Denuncias no escuchadas
Solo en 2019 este sindicato registró y denunció el despido injustificado y persecución laboral de 14 enfermeras del IVSS; sin embargo, asegura su titular, que dichas denuncias no han sido procesadas por la Contraloría, la Gobernación de Lara ni la Inspectoría del Trabajo, instancias donde las presentaron.
Domínguez también resaltó que su esposa, quien es enfermera, fue despedida el pasado 14 de diciembre, como represalia por las reiteradas denuncias que él ha realizado a través de los medios de comunicación.