Tengo tantos deseos de ver a la Divina Pastora, que a lo mejor me adelante a escribir este artículo de bienvenida, con mucha fe y alegría que nos motiva a todos los feligreses, que con emoción, devoción y esperanza, esperamos cada catorce de Enero para reencontrarnos con Nuestra Madre Patrona, alabarla y admirarla, contarles nuestros pesares y alegrías como hijo obediente, que sabe lo que significa el amor de madre y el por qué debe ser obedecido, respetado y tomarlo como un mandamiento de vida, donde la obediencia y la humildad nos hace ser feliz Divina Pastora, tu que llegaste a nuestro estado como una bendición de Dios para unirnos ese día, en el alma sentir amor y devoción, te suplicamos en nombre de los tres millones que hacemos vida común, en tu visitas que nos sigas dando unión y aclararnos la mente para que cada día tu llegada nos ilumine el camino de la paz y nos quite esta larga pesadilla que a todos nos atormenta, nos destruye y no nos deja paz ni prosperar, no tengo porque decirte esto Divina Pastora, porque usted sabe más de todos los afectados de que le estoy hablando y si esto es un castigo, ya es demasiado tiempo o si usted está de acuerdo con este desastre, con el mismo amor su palabra vaya adelante.
Divina Pastora cuente con el buen comportamiento del sector privado, de los hacedores del país, que cada día tienen más trabas, ayúdenos a la soluciones y le prometemos que por sobre todos los obstáculos este sector seguirá produciendo, ¡Amen! de que cesen los tropiezos y la producción será mayor, solo te pedimos que se abra el camino que todos merecemos; el sector productivo privado está claro, no pide, ofrece trabajo honesto y con mayor esfuerzo para contribuir a salir de la pobreza humana, convivir en paz, producir y compartir; Divina Pastora, sé que usted apoya el trabajo honesto y tiene a sus pies una marabunta de ciudadanos que su mente está concentrada en busca de que no escasee nada en nuestra querida patria, solo pedimos a usted patrona que está al lado de Dios que nos dejen recuperar y refundir por medio del trabajo honesto nuestras riquezas, el bienestar general, nuestra idiosincrasias y orientes a los pocos que con sus ideologías desviadas destruyen y no construyen.
Perdóname Divina Pastora, no es lo que yo quería decirte, pero para nadie es un secreto la situación crítica del país, no dudamos de sus milagros, ni tampoco usted puede dudar a las ofertas que le hace el sector productivo; ¿verdad Madre que usted también sufre en ver su país en franco retroceso, por ver muchos de sus hijos que apenas hacen una sola comida, ver a los niños y ancianos comiendo de la basura?. Un país hambriento y sediento, con colas hasta para un vaso de agua, niños enfermos sin ningún recurso, con un destino incierto y unas generaciones que nada bueno les espera, usted sabe más Divina Pastora que el odio no se acaba, el odio se acaba con amor, ayúdenos a volvernos a amar y una paz verdadera, eso se puede lograr unidos por el bien, te prometemos que si nos envías una lucecita que nos alumbre el camino de una productividad honesta, con un país pacífico, respetado y aplaudido; Divina Pastora, estas peticiones y ofertas no es mi capricho, es el noventa y tres por ciento (93 %) que se nos ha trancado el serrucho y aun no conseguimos la salida airosa, pacífica y con inclusión de todos como hermanos, primero, el país que teníamos y nos merecemos; te lo suplicamos madre de todos.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán