Más de 100 mil trabajadores directos de la industria de la harina de trigo, se ven afectados por las importaciones trigo terminado, ya que los 13 molinos que operan en el país, están afectados por esta situación, de acuerdo con la denuncia formulada por el presidente de la Federación de Trabajadores de la Harina (Fetraharina), Juan Crespo.
Precisó que el 2019 ha sido el peor año para el sector, explicando por ejemplo que el Molino de Catia, con una capacidad para procesar 30.000 toneladas d, solamente pudo procesar en diciembre 1.000 toneladas, afirmando que en estos momentos no ha habido ningún tipo de aporte para mejorar esta problemática, señalando que el trigo importado de Rusia no tiene la mejor calidad y solo contiene un 13% de proteínas, situación que mantiene paralizados a 11 de los molinos que operan en el país.
Señala que los trabajadores han estado aportando ideas, que no han sido tomadas en consideración, de allí que todos los eslabones de la cadena están siendo afectados, las panaderías artesanales, industriales, los molinos y los pastificios, explicando que en estos momentos el mercado está inundado de pastas importadas con un precio de 28 bolívares, mientras que las nacionales cuestan el doble.
Denuncia que para profundizar este problemática, el pasado 26 de diciembre el gobierno emitió el Decreto N° 4.080 mediante el cual se prorroga por seis meses la libre importación de alimentos,lo que significa la muerte para los trabajadores, porque en la medida en que lleguen al país los productos de trigo terminados, con precios más baratos que los nacionales, la industria nacional y sus trabajadores no tienen nada que hacer.
Juan Crespo esta reclamando al Gobierno, que garantice la seguridad jurídica para que los empresarios del sector, puedan importar directamente el trigo con sus propios dólares, indicando que incluso hay transnacionales en el país que tienen sus graneros en el mundo y pudieran traer su trigo con sus propias divisas.
Advirtió que si no se les brinda la seguridad jurídica, corren el riesgo de que les expropien las materias primas, una vez que estén en puertos nacionales, e incluso los barcos del transporte. Admite que aún se ve pan en las panaderías, porque están trayendo harina de Turquia, Rusia, Colombia y Uruguay, desde donde llegan sacos de 25 kilos.
Señala que por esta razón es que aún se ve pan en los negocios, indicando que en estos momentos un saco de harina en el país cuesta 2 millones de bolívares, indicando que por esta razón es que un pan canilla cuesta 70.000 bolívares, señalando que los trabajadores no comparten esta situación, indicando que lamentablemente en el país no hay control de nada, señaló en entrevista radial.