La legítima Asamblea Nacional es víctima del agavillamiento del Ejecutivo, ejecutado por los colectivos con la complicidad de la Fuerza Armada, asevera el Dr. Miguel Soto, abogado y profesor universitario, entrevistado por Elimpulso.com.
Tal delito quedó evidenciado el miércoles cuando los diputados se dirigían al palacio legislativo y, según la denuncia del segundo vicepresidente de la cámara, Carlos Berrizbeitia, fueron atacados a palos, piedras y disparos a los vehículos donde se encontraban. Los parlamentarios constataban la militarización de la zona.
El hecho de que el régimen haya incurrido en el soborno a varios diputados para que se impidiera la reelección de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y su reconocimiento como jefe del Ejecutivo por parte de casi 60 países democráticos, ha aislado mucho más a Nicolás Maduro, que sólo tiene el apoyo abierto de Rusia y Cuba, porque ni siquiera las naciones del Caribe han emitido opinión sobre lo ocurrido el 5 de enero cuando fue asaltado el parlamento.
Ese hecho y el agavillamiento del miércoles de esta semana confirman una situación muy grave, que evidencia que, desde hace quince años, el Estado venezolano ha perdido sus fines fundamentales y se ha agravado la crisis política, económica y social de la población, que cada vez está más vulnerable.
En forma muy breve la forma como se han perdido los tres fines, son los siguientes:
- Defender la soberanía de cualquier forma. En el 2005, Hugo Chávez proclamó que Cuba y Venezuela eran “una sola nación”. Suscribió un convenio con Fidel Castro para que funcionarios cubanos asumieran el control del sistema de identificación y de registros del país, además de ocuparse del asesoramiento de la fuerza armada, puertos, aeropuertos, organismos de inteligencia, contrainteligencia y represión. En diciembre de ese mismo año, Carlos Lage, vicepresidente del Consejo de Estado y jefe del Consejo de Ministros de la isla, dijo en Caracas que Cuba tenía dos presidentes: Fidel y Chávez. Y surgió la palabra Cubazuela. En momentos cuando ha colapsado el servicio eléctrico debemos recordar q que Chávez trajo a Ramiro Valdes, ex ministro de relaciones interiores cubano, para resolver el problema eléctrico, cuando lo lógico era haberse asesorado con los especialistas del Colegio de Ingenieros, quienes si saben de esa materia, pero ya sabemos que este régimen no confía en los profesionales venezolanos y nada le importa que tengan que irse del país por las pésimas condiciones que tienen para ejercer sus especialidades. Más de treinta mil cubanos se encuentran sobre el control del régimen. Nicolás Maduro llegó a colocar el estandarte presidencial a Raúl Castro cuando éste le visitó.
De modo, pues, que Venezuela desde hace quince años entregó su soberanía y ha permitido que grupos terroristas (FARC, ELN y Herbollaz) operen libremente en nuestro territorio. Y el único país que ha reconocido a Luis Parra y demás asaltantes del Poder Legislativo ha sido Cuba.
- Garantizar el orden público. La Constitución establece cuáles son los organismos encargados de cumplir con esa obligación. No aparecen milicianos, ni mucho menos colectivos. Lo ocurrido el miércoles cuando se produjo el ataque con piedras, palos y disparos a los vehículos donde se desplazaban los diputados es, claramente, un agavillamiento porque las autoridades uniformadas no lo impidieron cuando estaban obligadas a hacerlo. Es público y notorio que los colectivos son grupos formados y apoyados por el régimen, que los utiliza para reprimir todo tipo de protesta o movilización. En este caso, para no utilizar a los guardias nacionales que el 5 de enero fueron los encargados de impedir el acceso a los diputados de oposición al palacio legislativo. La actuación de ese cuerpo tuvo la repulsa internacional, incluyendo Argentina y México, que han tenido una estrecha vinculación con la dictadura. Ahora ésta prefirió darle la tarea a los colectivos, que se han caracterizado por intimidar a la gente. Este hecho hunde más a Maduro.
2. Garantizar el bienestar a la población. Esto obliga al Estado a velar por la salud, la educación y los servicios públicos a la población. Ninguna de estas funciones son cumplidas por el régimen. Y lo más grave es que no sólo ha destruído el país, acabado con la producción, ocasionado la huida forzada de más de cinco millones de venezolanos al exterior en busca de mejorar sus condiciones de vida y mantener, en forma permanente, una situación de opresión y represión a todas las personas que se atreven a manifestar públicamente su protesta por los malos servicios. En este sentido, magníficas han sido las homilías de los monseñores Víctor Hugo Basabe y Pólito Rodríguez Méndez, en el recibimiento de la Divina Pastora, al expresar el descontento del pueblo por las calamidades que sufre.