Tanto monseñor Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe y administrador apostólico de Barquisimeto, como monseñor Polito Rodríguez Méndez, obispo de San Carlos, en sus respectivas homilías con motivo de la 164 visita de la Divina Pastora a Barquisimeto, han exteriorizado la realidad del pueblo al denunciar el colapso de los servicios públicos y pronunciarse por el acatamiento a los principios de la Constitución.
Ambos representantes de la Iglesia están muy compenetrados con la realidad de la región. Monseñor Basabe por la responsabilidad que le impuso el Papa Francisco al designar administrador apostólico y monseñor Rodríguez porque realizó una maestría y un doctorado en Educación en la Universidad Fermín Toro, de esta ciudad.
Declaración en tal sentido formuló, al ser consultado por Elimpulso.com, el profesor y politólogo Piero Trepiccione, quien indicó que los obispos, en general, tienen que estar cerca de la gente, para conocer las necesidades y ser, efectivamente, como lo han demostrado, ser voceros del pueblo de Dios.
Una de las funciones más importantes que tienen los obispos, en el ejercicio de sus cargos espirituales, es estar atentos a las personas más vulnerables y velar por el mejoramiento de sus condiciones de vida, llamando la atención al respecto.
Esa realidad que observan directamente la convierten en discursos y qué mejor momento para hacerlo como éste, cuando se produce la mayor procesión católica del país, en momentos en que la agenda pública está desaparecida, distorsionada o solapada.
Han sido oportunas sus homilías y han colocado en el tapete los problemas, dificultades, padecimientos y anhelos que tiene la población más vulnerable.
Con respecto a lo expresado por Nicolás Maduro, de que se ha aprovechado la peregrinación de la Divina Pastora, para irrespetar al régimen, Trepiccione le recomendó no sólo escuchar a sus asesores, ministros y seguidores, sino a quienes públicamente formulan denuncias sobre la realidad que no quiere ver quienes detentan el poder.
Debe dejar la arrogancia y escuchar de cerca a la gente. Darse un baño de realidad, porque las alabanzas y mentiras siempre van a sobrarles a aquellos que tienen el poder en sus manos.
Se debe tener presente que la democracia es tolerancia, respeto a las contradicciones. Molestarse y sentirse irrespetado refleja autoritarismo, no estar dispuesto a atender otras visiones que tiene la gente porque no se gobierna para quienes son afines a una organización política, sino para todos.
