Aplausos, cánticos, rezos y unión; estos son unos de los tópicos observados durante la Santa Eucaristía en el pueblo de Santa Rosa, con el cual se dio inicio de manera oficial a la procesión número 164 de la Divina Pastora hacia la ciudad de Barquisimeto.
El ambiente que se vivió desde tempranas horas en el pueblo de Santa Rosa va directamente proporcional con la gran cantidad de feligreses que decidieron asistir a este lugar, para acompañar -llenos de fe- a la Divina Pastora durante su peregrinar.
Allí, como es costumbre, se observaron niños, jóvenes y adultos; lo cual es sinónimo que la procesión de la Divina Pastora significa unión y hermandan.
Así que, a pesar de las dificultades que se viven en el país, producto de la crisis genérica suscitada por la izquierda venezolana, la procesión de la Divina Pastora hace que los barquisimetanos (y venezolanos que se acercan a esta peregrinación) recuerden que la unión y el amor, es un camino de luz y esperanza para el futuro.