Los haitianos recordaron este domingo a las víctimas del enorme terremoto que cobró la vida de más de 100.000 personas hace una década.
El presidente Jovenel Moise dejando flores en un altar en memoria de las víctimas en un cementerio a las afueras de la capital Puerto Príncipe, a donde se presentó acompañado de sacerdotes, funcionarios de su gobierno y embajadores extranjeros.
“El terremoto del 12 de enero de 2010 dejó profundas e indelebles cicatrices en la memoria de todo un pueblo”, declaró el mandatario.
El sismo de magnitud 7,0 que sacudió la capital haitiana y sus alrededores poco antes de las 5 p.m. dejó entre 100.000 y 300.000 muertos. Miles de damnificados aún no cuentan con un albergue adecuado una década después, y la respuesta al desastre a largo plazo es percibida como un fracaso tanto del gobierno haitiano y países extranjeros como de los grupos de ayuda.
Marie-Andre Michelle, de 42 años, dijo que sus hijos de 15 y 18 años murieron en el sismo, y aunque no sabía si estaban enterrados en el cementerio de San Cristophe, ahorró para comprar flores para dejarlas en el altar en honor a las víctimas.
“No estoy segura de si mis hijos están aquí. Se recogían los cuerpos de los hospitales como si fueran animales”, comentó. “Solo Dios sabe dónde están ahora”.