Este año cargado de esperanza, de espíritu reforzado de fe, con la condición que me he impuesto con los amigos lectores, por quienes siento profundo respeto, por ser ellos los que me inspiran estas reflexiones, que ya van por más de dos décadas, por supuesto buscándole la parte buena, hasta lo más malo que pasa en nuestro país, escribo en positivo para contrarrestar un poco el bombardeo de malas noticias que constantemente recibimos, pero como debemos estar consciente de que ningún país se acaba y menos el nuestro, que ha sido dotado de todas las riquezas materiales e intelectuales, que saben que pronto se impondrá la sensatez, el espíritu de defensa que todos llevamos por dentro y sobre todo la vergüenza por no haberlo defendido a tiempo; lo que fue una tierra de gracia hoy en desgracia, lo peor que sabiendo todos quienes son los culpables de esta despreciable gracia y haberle dado paso a la cletocracias en compañía de Pluto gracias.
Este año dos mil veinte, no debemos tener duda que el sector productivo por encima de todas las trabas seguirá produciendo, si porque si y es el deber ser con toda la fuerza y dignidad que lo caracteriza, este es mi país y debo defenderlo, es aquí donde debo vivir, trabajar, producir, compartir, general puestos de trabajos y riqueza para la patria, sin olvidar lo que nos dice el Doctor Jaime Nebot “Que la mitad del país vive del agro y la otra mitad como porque el agro existe”,entonces señores, si todos sabemos que esto es así, por qué motivo preguntamos ¿ porque todos los obstáculos vienen contra el que ayuda a soportar la carga? No hay derecho a recibir castigo por portarse bien y vivir en armonía.
La gente de trabajo y pacífica, que solo desea estar ocupado en su creatividad, solo le pide a este año dos mil veinte, que se le abra paso, que no mas traba, que se estimule a quien produce y no se le tome como un adversario, que existe mucha gente que produce mucho más de lo que consume y ese capital es invaluable, por ser parte de la solución, aparte que cesen las dádivas, que lo que hacen es empobrecer más y aparte es un irrespeto, que la gente se anime a trabajar y no a esperar que le medio calmen el hambre, que sea con su esfuerzo que puedan vivir y alimentarse con su familia, esto se puede lograr solo con el sector privado, que si sabe general puestos de trabajo y pagar sus imposiciones,apostemos por una buena alianza y respetarse los espacios, en una apertura donde tenga garantía y dejar atrás ese espíritu de censura por ser este un vicio muy costoso.
Quien desea trabajar y producir, lo único que exige, no pide, ofrece trabajar y producir más, no buscar problemas, más fe, más amor al país, mayor productividad, menos quejas, más energía, confianza,ofrece todos sus esfuerzos por un país próspero,solvente moralmente, libre de deudas y compromisos que nos atormenten; un país amable, asertivo, bien relacionado, libre de contaminaciones ideológicas, desviada de todo lo normal, apostando por un país con educación y salud de primera y alimentación, que no le falte nada a la generación de relevo; el sector privado y productivo apuesta a un personal de trabajo bien alimentado, con sus derechos,deberes y paz, esto en nombre de los ganaderos ,agricultores, industriales, comercio, construcción,transportes y universidades.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán