Los restos de Qassem Soleimani llegaron el domingo a Irán, siendo recibidos por multitudes furiosas ante el asesinato del encumbrado general iraní asesinado por Estados Unidos.
Irán prometió “una fuerte venganza”, y una serie de cohetes alcanzaron la Zona Verde de Bagdad, donde están situados edificios del gobierno iraquí y embajadas extranjeras.
Tras el luto observado por miles de personas en Bagdad el sábado, las autoridades transportaron los restos a Ahvaz en el sudoeste de Irán, informó la agencia oficial iraní IRNA. Una guardia de honor permanecía el domingo en la pista del aeropuerto mientras ciudadanos cargaban los ataúdes envueltos en la bandera iraní, de Soleimani y otros líderes iraníes asesinados en el ataque.
Las autoridades trajeron los restos de Soleimani a Ahvaz, la ciudad que fue foco de la guerra Irak-Irán (19080-1988) y donde el general se hizo prominente. Después de esa guerra fue cuando Soleimani se incorporó a la milicia Quds (“Jerusalén”) que entrena a milicias afines en Irak, Líbano y Yemen.
Las autoridades se disponían a llevar los restos de Soleimani a Mashhad el domingo, y a Teherán y Qom el lunes para procesiones fúnebres. Será enterrado el martes en su ciudad de origen, Kerman.
Soleimani fue el arquitecto de la política iraní de despachar milicias a Irak, Siria y el Líbano e incluso a la guerra contra el grupo Estado Islámico. Se le acusa además de ataques contra tropas estadounidenses y sus aliados desde hace décadas.