Objetivos:
Ser conscientes de la “propia individualidad” y de la “soberanía personal” que implica”, es la raíz-base para:
• Un argumento en favor de la supremacía de la libertad individual.
• Una declaración de independencia personal que políticos y dirigentes sociales en el mundo lo firman y pongo a disposición de cuantos quieran sumarse a ella.
“YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS,
Y SI NO LA SALVO A ELLAS NO ME SALVO YO”
En esta frase aparecida en Meditaciones del Quijote, José Ortega y Gasset, a quien admiro y sigo desde que a los 15 años cayó en mis manos “La Rebelión de las Masas”, insiste en lo que está en torno al ser humano, todo lo que lo rodea, no sólo lo inmediato, sino lo remoto; no sólo lo físico, sino lo histórico, lo espiritual.
BASES:
El ser humano, según Ortega, es el problema de la vida, y entiende por vida algo concreto, incomparable, único: ”la vida es lo individual”, es decir: “yo en el mundo”; y ese mundo no es propiamente una cosa o una suma de ellas, sino “un escenario”, porque la vida es tragedia o drama, algo que el ser humano hace y le pasa con las cosas.
Vivir es tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse de él. En otros términos, la realidad circundante “forma la otra mitad de mi persona” Y la reimpresión de lo circundante es el destino radical y concreto de la persona humana.
El ser humano se encuentra inmerso, sumergido en una circunstancia (o naturaleza), la cual le presenta distintas concepciones de su estado físico y mental. Por tanto, “deja a ese ser, la misión de satisfacerlas”. En el cumplimiento de tal tarea, agrega Ortega, es que el ser humano “crea la técnica”, que, según este autor, podemos definir como “la reforma que impone a la naturaleza en vista de la satisfacción de sus necesidades”.
Ortega y Gasset definía al ser humano como “compuesto de realidades circunstanciales” creadas por la opacidad en la forma de pensar y en el sedentarismo como fuente inspiradora de las culturas neo pensantes, incapaces de olvidar la tirantez que usurpa el conjunto de la sabiduría.
Cuando leí “La Rebelión de las masas” entendí lo escrito en “Meditaciones del Quijote” y, desde entonces tengo como “meta”: analizar racionalmente los dichos, hechos y resultados de las acciones de los seres humanos, sobre todo los que habiéndoles dado el “soberano” su voto para dirigir el gobierno, no cumplen su cometido al no satisfacer las necesidades de sus ciudadanos ni dándoles una vida más feliz con ejemplos y creando empleo, servicios, salud y seguridad social.
El Art. 141 de la Constitución de la República de Venezuela señala al respecto:
“La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho”.
Lo que Ud leerá, analizará y reflexionará a partir de este punto es una adaptación al manifiesto elaborado por Juan Pina hace algunos años y que fue publicado en la revista que dirigía, “Perfiles del Siglo XXI” en su último número impreso en el año 2000, antes de pasar a ser una edición exclusivamente digital, con esta visión de su autor: “El siglo que comienza va a necesitar un replanteamiento del liberalismo moderno para que recupere su posición a la vanguardia de las ideas y en sintonía con las nuevas demandas de los individuos libres.”
ALGUNAS CONSIDERACIONES ÉTICAS Y FILOSÓFICAS
Concepción, nacimiento, infancia y adolescencia:
Antes de su concepción por otros dos seres humanos la persona humana no existe. Es obvio que la decisión inicial de vivir en el mundo le es ajena e impuesta por la voluntad de otros o, en muchos casos, casi por azar.
Las personas nacemos “por decisión de otros seres humanos” en un determinado entorno físico, familiar y social, y dotadas de unas características genéticas concretas. Obviamente hay toda una parte de ese marco que jamás podremos cambiar,
Además, durante un largo periodo de infancia y adolescencia el individuo no está capacitado para ratificar esa decisión ni imponer condiciones a la misma. Dependiendo del azar, el ser humano nace y se desarrolla en un entorno humano con mayores o menores restricciones a su individualidad, y millones de personas jamás llegan a ser conscientes de su soberanía, de su derecho a la misma y de la enorme invasión de ésta que padecen..
Ejercicio de la Libertad:
Decidir sobre la parte modificable del grupo familiar nos compete en exclusiva a cada persona humana, hacia el final de la adolescencia, cuando alcanza un desarrollo intelectual suficiente, está en su derecho de reconsiderar y modificar todo aquello relativo a sí mismo y a su vida que de él dependa, incluido el propio hecho de existir para:
1.- Tomar y cambiar en adelante cuantas decisiones desee sobre su persona, su cuerpo y demás propiedades, su mente y su aceptación o rechazo de cualquier valor, su nombre, su relación con los demás y su forma y estilo de vida.
2.- No tomar decisión alguna, como hace gran parte de la población, es también una decisión, aunque con frecuencia no sea consciente. Es decir, quienes por su voluntad o por simple inconsciencia, por inercia cultural o por desidia se dejan llevar por el statu quo en el que nacieron y fueron educados o por plegarse a las dádivas del poder están también ejerciendo una opción.
Violaciones a la Libertad:
El individuo humano es un ser inteligente y capaz de autogobernarse. El derecho a hacerlo es “natural”, “fundamental” e “inviolable”, y su rango moral es superior a:
3.- Cualquier imposición pragmática de otros seres humanos.
4.- Al consenso que los demás alcancen para organizar su vida en común. No hay voluntad ajena, “ni de otro individuo ni de la colectividad, ni impuesta por la tradición ni por las creencias místicas predominantes” que merezca una consideración moral más alta que la voluntad propia, ni hay, por tanto…
5.- Actualmente, las “restricciones” a la libertad humana individual que basan su legitimidad en el “derecho de los otros individuos”, lo que constituye una base eminentemente pragmática de la que se derivan condicionantes a la libertad individual que son también pragmáticos, “no naturales ni objetivos sino meramente prácticos para la coexistencia de las personas”.
6.- El entorno humano que, sin duda, nos brinda muchos elementos positivos y hasta imprescindibles, se ocupa también de cercenar nuestra libertad mucho más allá de las limitaciones físicas y biológicas naturales.
El ser humano como un fin en sí mismo:
La fuente de todos los derechos que asisten al individuo y que le sitúan por encima de cualquier imposición grupal:
7.- Parte del entendimiento del ser humano como un fin en sí mismo, como un ser cuya propia felicidad y realización constituye su misión primordial, aun cuando decida libremente ejecutarla mediante el servicio a los demás.
8.- Durante siglos se nos ha enseñado desde las más diversas filosofías e ideologías y de las religiones: cristianismo, judaísmo, islam, etc…que:
8.1.- La persona humana vive en función de la comunidad humana a la que “pertenece”.
8.2.- El sacrificio por los demás es tan noble que constituye casi una exigencia moral.
8-3.- Perseguir la propia satisfacción “sobre todo económicamente” es egoísta e insolidario.
La filosofía del “altruismo”, es decir, de la afirmación del “otro” (alter) ha sido impuesta desde la escuela hasta el asilo y desde los púlpitos de las iglesias, las tribunas de la política, la alienadora acción coercitiva del Estado, la paternal institución de la familia o las más diversas organizaciones humanas, pero siempre con el objeto consciente o no y, a veces incluso bien intencionado de someter al individuo.
Ha llegado el momento de recuperar para el individuo, “para todos los individuos” la Libertad y la Soberanía.
Próximo Domingo: Ilegitimidad de la Coerción sobre la Persona.
Juan José Ostériz