Para recordar:
“Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro”
(Apocalipsis 22:19)
Estamos entrando en un nuevo año: El 2020. Y según la página www.funde.es: “De acuerdo con la Ortografía de la lengua española, en los números que designan los años nunca se utiliza punto, coma ni espacio entre las unidades de millar y las de centena”.
Tomando una nota que reenvióun amigo, Arnoldo Chinchilla, por el WhatsApp (tal vez fue tomado de la página: https://www.info7.mx/), indican que debemos escribir completo el formato del año 2020, “para evitar estafas y alteraciones de documentos”. Los autores ilustran con un ejemplo, y muestran un contrato que dice 01/01/20 (sin colocar el otro 20). Al escribir un solo número 20 se puede alterar, se le puede agregar otros dos dígitos y sugieren que el contrato pudiera terminar en el 2025 ¿Será esto posible?
Es probable que alguno dude que esto sea cierto, y se parece un poco a un dilema que ha enfrentado la humanidad por muchos años: Si creer o no en Dios;si creer en el autor o inspirador de la Biblia; peor aún, creer pero añadirle o quitarle a conveniencia.
Entonces, al no creer en Dios, tampoco aceptarán la Deidad, sin reconocer a Dios como Padre; a Jesús, su Hijo, como Dios y del Espíritu Santo, quien también es divino. De lo anterior, pudiera ser una consecuencia de no leer, o no aceptar la Biblia.
Aunque la Sagrada Escritura, fue escrita en Hebreo, Caldeo, Arameo y Griego,tiene muchas traducciones y versiones; entre otras: Reina-Valera, la Vulgata, Internacional, Dios habla hoy, King James.Varias de ellas están refrendadas por la Sociedades Bíblicas Unidas. En esencia dicen lo mismo, pero no se debe cambiar el sentido de lo escrito. En este caso, hay que revisar varias versiones para evitar confusión en algún tema estudiado.
En este sentido, cuando se escribieron los 66 libros, desde el Génesis, hasta el Apocalipsis, no había reglas gramaticales (esto incluye a los 8 libros apócrifos, no aceptados por diferentes denominaciones religiosas). Por ello, los signos de puntuación aparecieron, si se quiere, hace poco con respecto a la Escritura Sagrada.
Tristemente, según el texto inicial, el añadir palabras a la Biblia, acarreará sufrir las siete (7)postreras plagas escritas en el libro del Apocalipsis. Y el quitarle palabras, según el mismo libro, “no tendrá acceso al árbol de la vida”.Es decir, la persona no se salvará o no podrá ir al cielo (Apocalipsis 22:18,19).
Un ejemplo clásico por la omisión de signos de puntuación: Cuando Cristo estaba en la cruz, uno de los ladrones le dijo al Maestro: “…Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:42,43, versión Reina-Valera, 1960).
Al respecto, la versión King James dice: “Assuredly, I say to you, today you will be with Me in Paradise”. Algunos le agregaron un “que”, otros dos puntos y otros cambiaron la posición de la coma. Según la Reina Valera, Jesús debía llevar al ladrón, al cielo ese mismo día. Y no fue así, porque el viernes muere, el sábado descansa, el domingo resucita. Por ello, la oración con el “que” y sin la “coma” es una cosa y con dicho signo es un ofrecimiento a futuro. Lo correcto es: “De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso”.
Razón tuvo Cristo en decir: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir. Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas” (Mateo 5:17,18).
Por todo lo anterior, debemos estar más atentos a cumplir, antes que añadir o quitar, lo escrito en la Biblia o las Sagradas Escrituras.
Eduardo Iván González González
www.ventanabiertalmundo.com