Un verdadero caos ha causado el cobro del Petroaguinaldo, mecanismo de pago electrónico con el cual los jubilados y pensionados podrán disponer de 1 millón 300 mil bolívares.
La subasta del Petroaguinaldo causó frustración y desconcierto pues la mayoría de los beneficiados no saben cómo cobrar el dinero prometido por Nicolás Maduro.
En Barquisimeto, algunos locales comerciales tienen la opción de comercializar productos con el sistema BioPago del Banco de Venezuela, con el cual los pensionados podrían comprar alimentos y artículos de primera necesidad.
Un hecho irregular se presentó este jueves 26 de diciembre en un establecimiento comercial de venta de pollos, ubicado en el Centro Comercial Paseo, cuando a las 9:00 de la noche la gerencia del local bajó las santamarías causando el malestar de los adultos mayores quienes esperaron al menos 6 horas para adquirir sus productos.
El clima de tensión aumentó cuando la gerencia solicitó al personal de seguridad retirar a las personas que aguardaban en el lugar, pues «tenían que cerrar la caja porque el transporte estaba esperando a los trabajadores», según indicaron testigos.
En medio de la situación, un agente de seguridad empujó con toda su fuerza a la señora Yuyita de Chiossone, quien cayó tendida al suelo de espaldas. Es importante mencionar que Chiossone es conocida en la ciudad por su destacada trayectoria como presidenta de Bandesir. Afortunadamente no resultó herida de gravedad pues su agilidad le permitió amortiguar el golpe.
Violencia inconcebible
No se puede justificar el uso excesivo de la fuerza por parte de los funcionarios de seguridad de este establecimiento comercial. Al respecto, Chiossone señaló que en compañía de su abogado acudió este viernes al establecimiento, con el objeto de adquirir los videos donde se registró la agresión de la cual fue víctima.
Sin embargo, los gerentes se negaron. Por ello, Chiossone se dirigió a la Fiscalía a poner la denuncia. «No podemos permitir este atropello hacia los adultos mayores. Yo soy una mujer de 76 años, pude haberme golpeado la cabeza», expresó.
Este es solo uno de los muchos casos irregulares registrados en Barquisimeto en las últimas horas. Debajo del inclemente sol, con sed y sentados en aceras, decenas de abuelos aguardan con la esperanza de cobrar el millón 300 mil bolívares que les permita llevar algún alimento a sus hogares.