Un fuerte tifón que azotó el centro de Filipinas dejó al menos 20 personas muertas y obligó a miles a huir de sus hogares, arruinando las celebraciones navideñas en este país de mayoría católica, informaron las autoridades el jueves.
El tifón Phanfone dejó varadas a muchas personas en puertos aéreos y marítimos en la época de mayor demanda, causó deslaves, inundó villas en tierras bajas, destruyó casas, derribó árboles y postes eléctricos y dejó sin electricidad a provincias enteras. Una funcionaria de manejo de desastres dijo que el pueblo costero de Batad, en la provincia de Iloilo, parecía «pueblo fantasma» en plena Navidad.
«Parece que no había nadie porque había un apagón total, tampoco se escuchaba nada. Parecía un pueblo fantasma», dijo por teléfono Cindy Ferrer, de la oficina local de Protección Civil.
La tormenta se debilitó ligeramente el jueves mientras se dirigía hacia el Mar del Sur de China con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora (74 millas por hora) y ráfagas de 150 km/h (93 mph) después de azotar isla por isla con vientos feroces y aguaceros el 25 de diciembre, informó la agencia del clima.
La mayoría de los 20 decesos reportados por las autoridades fueron por ahogamientos, caída de árboles o electrocución accidental.
Un padre, sus tres hijos y otro familiar están entre los desaparecidos en Iloilo, una de las provincias más afectadas.
El centro del tifón impactó en la provincia de Samar del Este en Nochebuena y luego avanzó por la región central del archipiélago durante la Navidad, azotando varios pueblos costeros e islas sin perder fuerza, dieron meteorólogos del gobierno.
Las autoridades provinciales, militares policías y voluntarios pasaron Navidad lejos de casa para atender a miles de desplazados que se refugiaron en estadios y escuelas.
Más de 25.000 personas quedaron varadas en puertos marítimos en la región central y provincias adyacentes después de que la guardia costera prohibió la salida de ferris y barcos de carga debido al oleaje fuerte. También se cancelaron decenas de vuelos nacionales.
Unos 20 tifones y tormentas azotan Filipinas cada año. La nación del sureste asiático también se localiza en el llamado «Cinturón de Fuego» del Pacífico, una zona proclive a sismos y erupciones volcánicas, lo que convierte a este país de 100 millones de personas en uno de los más propensos a los desastres naturales.