Los estados Lara y Portuguesa están aportando en estos momentos, el 70% de la producción nacional de café, que para este año se estima estará en apenas 300 mil quintales, en tanto que el 30% restante se distribuye entre las restantes entidades productoras de este grano, de acuerdo con las cifras que maneja Fedeagro.
Se recuerda que la producción nacional de café ha venido cayendo progresivamente en los últimos 21 años, ya que en esa época se producía a nivel nacional 1 millón 600 mil quintales, deterioro que ha sido consecuencia principalmente, de acuerdo con el criterio de los caficultores, de la falta de rentabilidad, debido a que la política de precios oficiales, en algunos casos ha estado por debajo de los costos de producción.
A esto se suma la carencia de insumos en forma suficiente y oportuna, como fertilizantes, agroquímicos, maquinarias, combustibles, repuestos, lo que ha contribuido a que progresivamente haya disminuido la producción cafetalera nacional, hasta llegar a la cosecha 2019-2020 la cual podría alcanzar a 300 mil quintales, lo ta vez un poco más, lo que indica que habrá que importar por cuanto el consumo de un café de buena calidad, para un consumidor que tenga el poder adquisitivo necesario, estará en el orden de los 700.000 quintales.
Se recuerda que en décadas pasadas el consumo nacional de café, se estimaba en los 2 millones de quintales, cifras que han quedado en el pasado debido al deterioro del poder adquisitivo del consumidor venezolano. Asimismo, se recuerda que Venezuela llegó en su momento, entre los cinco principales productores de café a nivel mundial y durante varios años se llegó a exportar el café venezolano.
En torno a las perspectivas de recuperar la caficultura nacional, en Fedeagro existen algunas propuestas en este sentido, pero se tiene el convencimiento que es un proceso que se dará a largo plazo, ya que implica renovar todas las plantaciones, tener la garantía en cuanto al suministro de los insumos necesarios y darle atención prioritaria a los 125 municipios cuya actividad económica gira alrededor de la caficultura, estimándose que en un plazo de 6 o 7 años, se estaría abasteciendo nuevamente el consumo nacional, con la producción interna.