Mantener las tradiciones venezolanas navideñas se hace cada año, un reto monumentalmente más difícil, asegura la firma de consultoría económica, Ecoanalítica en un trabajo que titular como una “Multimillonaria tradición”, donde hace referencia específicamente al encarecimiento de los costos de los insumos que se requieren para mantener estas tradiciones.
El señalamiento lo hacen, especialmente al considerar que estas tradiciones se están volviendo un lujo para las familias, tradiciones como la cena navideña, los regalos del niño Jesús y la decoración del hogar son actividades que en la actualidad se han vuelto verdaderamente costosas. Alertan que frente a la hiperinflación local, tales costos no cesarán de aumentar a medidas que nos acerquemos al año nuevo.
Particularmente la tradición de preparar hallacas, se ha convertido en una labor de costos exorbitantes. Aún con la desaceleración de la inflación comparado a los niveles de 2018, los precios de sus ingredientes se aproximan a niveles dramáticamente mayores: el kilo de gallina, el de lomo de cerdo y el de aceitunas rellenas llegan a costar VES 74.000, VES 110.000 y VES 300.000, respectivamente. Considerando que, en promedio, con tales insumos se preparan aproximadamente doce hallacas, el costo estimado por unidad se aproxima a VES 120.458,3. En otras palabras, cada hallaca cuesta aproximadamente 20 veces más de lo que costaba hace un año. Incluso, para aquellos negocios que ofrezcan hallacas a la venta y busque obtener al menos un 30% de ganancia, el precio se aproxima a VES 156.595,8, más de la mitad del salario mínimo integral.
Aun cuando la firma no lo incluye en su análisis, para este fin de año, son muchas las familias que no tendrán acceso a las “uvas del tiempo”, porque los precios varían entre 350.000 mil a 700.000 el kilo dependiendo si son nacionales o son importadas, e incluso la uva pequeña nacional, en los supermercados, una bandejita con un poco más de 450 gramos, tiene un costo de 118.000 bolívares. Esto ha llevado a conducido a la creatividad del criollo que está planificando cambiar las uvas por 12 gajos de mandarinas, que están costando 15.000 bolívares el kilo.
Ecoanalítica advierte que esta realidad genera que los venezolanos dejemos de lado de forma paulatina ciertas costumbres conforme se imposibiliten realizarlas. Esta navidad fue más difícil que las anteriores, y las venideras lo serán aún más si el fantasma de la hiperinflación no termina de desaparecer.