Si un paciente carece de su función renal residual, su condición cardiovascular es deficiente y, además, si no se dializa “puede morir en tres o cuatro días”.
La fatal advertencia la hace el nefrólogo zuliano, Manuel Domingo, en conversación con La Verdad, sobre la crítica situación que padecen estos enfermos en Maracaibo.
“En estos casos, la persona se intoxica por potasio y otras sustancias, entra en síndrome urémico y muere, principalmente por problemas cardiovasculares”, explica el especialista.
El tiempo que puede soportar un paciente renal sin recibir hemodiálisis depende entonces de su función renal residual y de su condición de salud, así como también de su edad, agrega el facultativo.
Es por ello que debe recibir de manera adecuada el tratamiento que purifica su sangre de las “sustancias de gran toxicidad celular que produce diariamente el organismo y que elimina normalmente a través de los riñones”.
Menor sobrevida
Domínguez insiste en que “cuando un paciente renal no recibe el tratamiento dialítico adecuado le pasa lo mismo que a un enfermo cardiaco, hipertenso o diabético, que no está recibiendo su dosis necesaria”.
“Poco a poco va minando su organismo y su sobrevida es cada vez menor», asevera.
Se refiere a las consecuencias del recorte de tiempo y de la suspensión de la terapia en algunas unidades de diálisis de Maracaibo debido a la inoperatividad en la que se encuentra la mayoría de las máquinas y a las fallas de electricidad.
Puntualiza que el problema radica principalmente en la antigüedad de los equipos y en la falta de mantenimiento por parte del Seguro Social, su propietario.
«Hay menos máquinas operativas. Por eso, hay que establecer prioridades entre los pacientes. Pero, entonces se comienza la diálisis y quitan la electricidad y, aun teniendo planta, está el asunto del combustible», comenta.
Advierte que hay pacientes que pueden soportar solo dos horas de tratamiento porque conservan aún poca función renal residual, pero otros necesitan las tres y media a cuatro horas reglamentarias.
“Me siento muy débil”
Uno de ellos es José Cacique, de 48 años, paciente del Centro de Diálisis Occidente desde hace 13 años.
Contó a La Verdad que en los últimos 15 días solo lo dializan durante hora y media o dos horas durante las tres sesiones de la semana. “Y a veces solo una hora, porque la mitad de los equipos están dañados”.
Y cuando esto sucede, se siente “muy débil, con poca fuerza, con mareos y mal sabor en la boca, porque quedó intoxicado”.
Igual le sucede a Marcial Rangel, de 40 años, quien “cuando se va la luz y la planta no funciona, o no hay agua”, recibe solo dos horas de la terapia sustitutiva en Centro del Sol.
“Siempre que me recortan el tiempo en la máquina y no nos dializan bien, a las horas siento que me ahogo”, reveló.
Por su parte, a Jean Cabrera, de 37 años, su estable condición de salud le permite sortear la reducción de una hora y media en el equipo “cada 15 días”, por agua o por electricidad.
“No siento cambios en mi organismo, porque me encuentro en buenas condiciones”, recalcó.
Sin embargo, “a muchos de los pacientes, la diálisis es lo único que les limpia la sangre de las toxinas”, recalca el nefrólogo. Y añade: “Si no la reciben se les van deteriorando los órganos, comenzando por el sistema cardiovascular, lo que les produce más inestabilidad hemodinámica y la hipertensión y la diabetes se hace de más difícil controlar”.
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