Agonizan las universidades ante la mirada complaciente del régimen de Nicolás Maduro. Los bajos salarios, la pérdida de calidad de vida, deficiencias de servicios, son algunas de las causas por las cuales se ha generado una migración forzada en las principales casas de estudios, no solo en Lara, sino en todo el país.
El Observatorio Venezolano de las Universidades (OBU) presentó su balance anual de las condiciones en las que se encuentran los principales recintos universitario en el estado Lara.
El estudio reveló que el 81% de las universidades en la entidad fueron atacadas por el hampa común, debido a la gran deserción del personal de seguridad que existe en estas casas de estudios.
La investigación aseguró que el 72% de los docentes universitarios en la región no cuentan con la capacidad de cubrir el mantenimiento de sus viviendas. También señalaron que el 50% de los profesores deben trasladarse hacia las universidades en transporte público, mientras que el 23% se va caminando.
Yelena Salazar, coordinadora de OBU, indicó que uno de los resultados que mayor impacto generó en el estudio es que “los docentes, estudiantes, administrativos y obreros en las universidades comen en menor cantidad y con deficiente nivel nutricional”.
“El 81% de los estudiantes comen igual o peor que el año pasado. De igual forma sucede con los profesores donde el resultado asciende al 81%, mientras que la cifra en los obreros se ubica en un 79%”, sostuvo Salazar.
Precarias condiciones
La gran mayoría de las universidades en Lara carecen de aires acondicionados, dotaciones para dictar clases y existe un gran deterioro en los laboratorios para realizar prácticas de investigación.
Según el estudio realizado por el Observatorio Venezolano de las Universidades el 62% del funcionamiento de los baños en estas casas de estudios son deficientes, mientras el 72% tiene disponibilidad inadecuada de agua potable y el 48% nunca dispone del vital líquido.
También señalaron que el 66% de las condiciones del lugar de trabajo están de regular a muy malas y al 90% no se le facilitan implementos de seguridad y protección para realizar su trabajo.
Universidades asfixiadas
Nelly Velásquez, rectora encargada de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla), señaló que para el 2020 la directiva de esta casa de estudios está realizando una agenda para mantener la vigencia de la universidad porque “nosotros debemos ser el factor de orientación del país para renacer ante las dificultades que se nos han venido presentando”.
Por su parte, Rita Áñez, rectora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (UNEXPO), indicó que esta institución, pese a la crisis, cuenta con una plantilla de 5.000 profesores, tanto para pre y postgrado, pero actualmente han estado llamando a jubilados para que se reinserten en la docencia.
Pese a las dificultades los universitarios continúan apostando a la resistencia, a la Educación como único camino que permita la reconstrucción de Venezuela y la formulación de estrategias que le permitan salir adelante.
