Uno de los muchos y graves problemas que confronta la población venezolana es el del suministro de agua, mejor decir el colapso del suministro de agua que afecta por igual a grandes ciudades como a poblados que aun teniendo fuentes cercanas sufren la falta de abastecimiento domestico.
Barquisimeto y Cabudare no escapan a este drama nacional, no obstante en los últimos meses el servicio para el Este de la Capital larense y un sector de Palavecino ha mejorado considerablemente, al punto que sectores que tenían años sin el servicio ahora lo disfrutan.
La pregunta obligada es que pasó para que se produjera esta mejora, dentro de un escenario de carencias supremas y confrontaciones sin tregua. La respuesta es muy sencilla, un grupo de vecinos del este de la ciudad capital se organizó para buscar soluciones ya que muchos de ellos tenían largo tiempo sin recibir una gota de agua por tubería y tenían que suplir este servicio mediante la compra del liquido en camiones cisternas, cuyo precio cada día aumentaba impactando con fuerza los menguados presupuestos familiares.
Al principio se autodenominaron Este Sediento. Carabalí. Como parte del liderazgo se incorporaron profesionales de la ingeniería de alta calificación académica y probada trayectoria pública. Esto permitió se le diera un enfoque neta y claramente técnico a la búsqueda de soluciones- Bajo esta premisa se estableció un esquema de planificación que por lógica operativa condujo a establecer una relación exclusivamente de trabajo con Hidrolara, haciendo abstracción de las posiciones que cada quien tuviera frente a escenarios políticos. La meta era que el agua llegara a los usuarios y allí había y hay plena coincidencia de objetivos entre las partes involucradas.
El área de acción de este grupo ha estado centrada en la estación de bombeo Carabalí, por ello la denominación de origen, pero luego al irse incorporando otros sectores de Barquisimeto y Cabudare cambio su nombre a Gente Sedienta y busca abrirse caminos hacia otras áreas.
Lo importante es que entre Gente Sedienta e Hidrolara se pudo establecer un sistema de trabajo coordinado ,mediante el cual se mantiene funcionando con eficiencia Carabalí, según una programación elaborada en conjunto, la cual es monitoreada rigurosamente por los propios integrantes del grupo, Gracias a Gente Sedienta se facilita el traslado a los maniobreros, se inspeccionan y se arreglan botes, se controla que personas extrañas a Hidrolara abran las válvulas fuera del horario programado y en general, se opera con éxito, con el beneficio que sectores que tenían meses o años sin servicio de agua actualmente lo tienen.
Esta mancomunidad de intereses ha venido funcionando porque Hidrolara ha cumplido frente a las solicitudes de los vecinos y estos de manera organizada también lo han hecho ,promoviendo el pago a tiempo de las facturas por servicio en todos los sectores que han sido beneficiados.
Un aplauso para Gente Sedienta, gracias a su trabajo el este de Barquisimeto y varios sectores de Cabudare tienen servicio de agua aceptable para la supervivencia.
Dentro del inmenso drama que vivimos y la devastación civilizatoria de la cual somos víctimas los venezolanos, el esfuerzo que hace este grupo a favor de la vida merece un reconocimiento de todas las personas que tenemos como bandera al optimismo y la esperanza. Dios con nosotros.
Jorge Euclides Ramírez