Las misas de aguinaldos son celebradas en Venezuela desde la colonia desde el 16 de diciembre culminando el 24, prólogo y preparación para el Nacimiento del Niño Jesús acompañadas de cantos de aguinaldos y villancicos un privilegio vaticano concedido por el Papa León XIII a la Iglesia venezolana porque en ningún otro se realizan estas navideñas celebraciones tradicionales dentro de los templos, salvo Filipinas y en las Islas Canarias de España.
Dentro de las iglesias se colocan creativos pesebres, aunque todavía sin la figura del Niño Dios, colocada después del 24 en la noche y la mayoría de los templos y capillas las celebran bien temprano en la mañana, aunque en otros se realizan en la tarde debido al tema de la inseguridad que no deja de afectar las celebraciones religiosas y pese a ello muchas poblaciones del interior conservan la costumbre de llamar con cohetes para misa desde las cuatro de la mañana, convirtiéndose la Plaza Bolívar en el epicentro de tertulias, juegos y venta de comidas típicas en los momentos previos y posteriores a la celebración.
Aguinaldo se define al regalo tradicional que se da a otro o que otro espera de uno en la Navidad o la fiesta de Reyes Magos y musicalmente es el género particular de música folklórica venezolana interpretado en la época decembrina por grupos que en la iglesia o en parrandas ponen un toque festivo a la temporada.
Como regalo lamentablemente el aguinaldo es una especie en extinción, porque ya no se acostumbra (no alcanzan los reales) y como género musical no tiene la difusión de otros tiempos y su interpretación en las calles, cuando la parranda iba de casa en casa, también ha desaparecido a causa de la inseguridad y la lenta desaparición de los grupos, muchas veces sustituidos por gaiteros.
Según antiguas tradiciones, se les recibían con hallacas, bollos, ensalada, dulce de lechosa, pernil, chicha, guarapita, ponche crema y otras bebidas. Tampoco se abren las puertas, como antes, para recibir a los parranderos ni hay que darles de bebidas y comidas como en pasadas épocas gracias a la hiperinflación.
Los grupos musicales más importantes del país, como el Quinteto Contrapunto, Serenata Guayanesa, Carota Ñema y Taja y Santoral y solistas como Cecilia Todd y Morella Muñoz, grabaron para la historia hermosas selecciones de aguinaldos donde se muestra la belleza de un género musical nacional.
Al parecer serán cosas del pasado, de las remembranzas, pero recordemos su origen para dejar al menos registro de su historia para las generaciones futuras: En Venezuela y en América Latina esta música está ligada íntimamente a la Navidad celebrada por la iglesia católica y la iglesia cristiana del nacimiento de Jesús.
Con la fuerza del arcabuz y la espada, el caballo y la cruz, entre tantas ambiciones también en los galeones españoles de la conquista vino el villancico europeo que en nuestro continente, en medio del sincretismo unió el sentido religioso de los colonizadores a los vigores africanos y los sentires de la etnia originaria para dar origen a lo que llamamos la cultura americana, sin obviar la presencia de los moros en esos aires del viejo continente.
Pero grullada, las conocimos como misas de aguinaldos donde este género nacional se interpretaba en las misas realizadas por las madrugadas desde nueve días antes a la Navidad y concluye con la misa de gallo, pero ahora por las obvias razones conocidas, se ofician por la mañana, muy temprano y casi a la luz del sol.
En este lado del mundo fue incorporado el ritmo del esclavo con la sencilla percusión aborigen a las cuerdas europeas para nacer nuevas y diferentes expresiones musicales, como el aguinaldo, heredero directo de ese villancico al que se sumaron el violín, el cuatro, el clarinete, la mandolina, el furro o furruco, los tambores, las indígenas maracas y la guitarra para cantar la Navidad o la parranda en familia con aires festivos.
Otras definiciones más los clasifican como de contemplación y de adviento. En nuestro país, los aguinaldos también se clasifican por características particulares y musicales según la región geográfica en aguinaldo margariteño, oriental, guayanés, central, andino, zuliano muy cercano a la gaita y llanero donde se le incorpora la bandola entre los instrumentos acompañantes.
En territorio larense hay variaciones entre el aguinaldo caroreño y el de Curarigua en el municipio Torres, el aguinaldo tocuyano de la Ciudad Madre con sabor a tamunangue y golpe, el de los Andes larenses interpretado en poblaciones de las zonas altas con mandolina: Barbacoas, Guarico, Sanare, los Humocaros, Cubiro y los de los valles desde Quíbor hasta Cabudare y Barquisimeto. En los otros municipios también se cantan aguinaldos cada uno a su modo, en Crespo tiene sus expresiones similares a Urdaneta y en Simón Planas se acerca a los llaneros.
He propuesto a los oídos sordos de gobernantes y líderes sociales que se pudiera convocar con suficiente antelación, concursos parroquiales de aguinaldos, seguidos de concursos municipales para culminar con un festival regional de aguinaldos, con los cuales se grabarían los quince mejores temas en un disco compacto para multiplicar su difusión y sumar nuevas composiciones al repertorio navideño tradicional.
Este concurso estaría unido a la convocatoria de un campeonato de pesebres construidos con materiales reciclables y en su conjunto crear un ambiente navideño de valores en el cual ganaríamos todos: pueblos y ciudades con festivo ambiente navideño de pesebres y aguinaldos, para dar trazos y pinceladas a una maqueta fiestera tradicional, sobre todo ahora cuando nos consume un gran desaliento por los aciagos días de pobreza que vivimos. El aguinaldo, el regalo de Navidad o días de Reyes ya también desapareció.
El Nacimiento con Cecilia Todd
Juan José Peralta