Este jueves, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Nicolás Maduro declaró a «nulidad absoluta» la modificación del Reglamento de Interior y Debates de la Asamblea Nacional aprobada en sesión extraordinaria el pasado martes.
La sentencia señala que el parlamento como poder público obliga a la presencia física de sus miembros para deliberar, consensuar y tomar decisiones, de allí que «todos los Parlamentos del mundo deben tener una sede que en nuestro país está reconocida constitucionalmente y tiene además carácter histórico como símbolo del poder nacional».
En ese sentido, el TSJ ligado al chavismo remarcó que no existe en el derecho comprobado «ningún parlamento virtual, todos exigen la presencia física de sus integrantes».
«La AN en desacato ha pretendido violentar las bases constitucionales y republicanas del Estado venezolano, al intentar y desconocer la actuación personal y presencial de la función parlamentaria, reconociendo la cualidad de diputados a personas que no tienen residencia física en el territorio y que abandonaron el ejercicio de sus funciones. Esta vez la pretensión de reconocer a quienes se encuentran en esta situación, lesiona además la legitima aspiración de los diputados suplentes en el ejercicio de los curules vacantes, por la cual se modifica el esquema constitucional propio de nuestra tradición republicana. Este acto constitucionalmente írrito, como lo ha calificado la sala constitucional, conllevaría la disolución del Estado de Derecho», señala la sentencia.