El analista Luis Buttó y el vicealmirante retirado Jesús Briceño García denuncian la falta de transparencia del gobernante al equiparar la milicia a la nómina de la administración pública, y sin rendir cuentas al país sobre los recursos que se invertirán en una estructura abultada. Advierten sobre el empeño revolucionario en hacerse de una estructura que fue rechazada en la reforma constitucional de 2007.
Desde el inicio de 2019, el gobernante Nicolás Maduro anunció que su meta era hacerse de un cuerpo de 3 millones de milicianos. El 8 de diciembre, el mandatario exhibió la cifra, más otros 300 mil integrantes, como parte de un cuerpo que depende directamente de él y sobre el cual no hay ningún control.
De acuerdo con las cifras presentadas por Maduro al país, hay 3 millones 300 milicianos y una operatividad resumida en 1.141 Agrupamientos Populares de Defensa Integral (APDI), 63 mil 890 Unidades Populares de Defensa Integral (UPDI) y 14 mil 383 Bases Populares de Defensa Integral (BPDI).
“Con esta cifra de 3 millones, Maduro equipara a los milicianos casi al número de empleados públicos, que se ubican en cerca de 4 millones 250 mil. Si se suman ambos, llegarían a 7 millones y tantos, y eso es quebrar al Estado, más de lo que está. Con esa cifra solo se entiende que Maduro quisiera poner como milicianos a todos los empleados públicos. Solo así se comprendería su anuncio, pero que haya un centro de adiestramiento para más de 3 millones de milicianos es imposible. Creo es más una ilusión de Nicolás Maduro viendo que tiene tantos problemas en la Fuerza Armada”, aseveró el vicealmirante retirado Jesús Briceño García, excomandante de la Armada.
El militar añadió que, generalmente, las cifras de la milicia, y de la Fuerza Armada Nacional (FAN), el gobierno las mantiene bajo reserva porque considera que se trata de información secreta. Briceño García indicó que, actualmente, se calcula que la organización castrense cuenta con 143.000 integrantes que incluiría oficiales, oficiales de tropa, personal técnico y todas las personas conexas relacionadas con operaciones.
El excomandante de la Armada, que preside la comisión especial de reinstiucionalización de la FAN desde la Asamblea Nacional, atribuyó la divulgación de supuestas cifras de milicianos a la guerra psicológica que refiere emplea Maduro para disuadir.
¿Cómo se manifiesta el fin disuasivo? «Con los mensajes que difunde un individuo que constantemente habla del poder que tiene, y además dice que cuenta con una milicia de 3 millones de integrantes. Pero de verdad no pasa de 10% de lo que dice».
El oficial recordó que Maduro insiste en incorporar como un cuarto componente de la Fuerza Armada Nacional (FAN) a un cuerpo de complemento que no está previsto en la Constitución de 1999, y cuya inclusión en la Carta Magna fue rechazada por el pueblo en el referéndum constitucional del dos de diciembre de 2007.
Con esto se certifica, aseguró, la ilegalidad de los milicianos: «La milicia está hecha a la medida del proyecto cívico militar. Las personas mayores que cuidan instalaciones no son el fuerte de este cuerpo. Lo verdadero fuerte de la milicia está en los batallones activos que son individuos de tropa totalmente preparados para el combate. ¿Cuánto de ello podrá ser cierto? Nosotros consideramos que no llega a 50.000 personas en los batallones, mientras que los milicianos que están en la parte administrativa pueden ser que lleguen a 150.000″, aseveró Briceño García.
Estrategia propagandística
Por su parte, el analista Luis Alberto Buttó acotó que el gobierno de Maduro no tiene ningún grado de transparencia respecto a la rendición de cuentas de su gestión.
Añadió que, más allá de la desproporción sobre las cifras maduristas, en términos reales no se puede tener dentro del Estado una institución que se asemeja a la del Estado. «¿Cuántos funcionarios hay? No es solo que sea una cifra que supere con creces a la FAN, sino de la estructura del Estado, lo cual es un absurdo en medio de las condiciones económicas que vive el país que le hacen difícil la gestión al gobierno es imposible tener los recursos para mantener esto», argumentó Buttó.
Puntualizó que la sociedad venezolana, además, no ha tenido suficiente escrutinio sobre la gestión revolucionaria y el giro que ha dado al sector militar.
Fusiles por doquier
Maduro también anunció la entrega de fusiles y misiles a los milicianos. En este sentido, Luis Alberto Buttó plantea varias interrogantes: ¿Cómo se comprna fusiles para tantos milicianos, y cómo se mantienen operativos, y cómo se dotan de municiones? ¿De dónde saldrán los recursos?
El artículo 24 de la Constitución indica que «solo el Estado puede poseer y usar armas de guerra». Asimismo, el artículo reserva a la FAN el reglamento y control, la fabricación, importación, exportación, así como la posesión y uso de armas, explosivos y municiones, entre otras atribuciones.
El vicealmirante Jesús Briceño García cuestionó la entrega «sin ningún miramiento» de uniformes a los integrantes de las Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCH) que son empleados para el control social. Además Briceño García sostuvo que el Gobierno busca robustecer a la milicia, mientras en el Ejército hay déficit de dotación.
A juro
Mientras Maduro se afianza en su plan de incluir a la milicia dentro de la Constitución como un componente militar, desde el Parlamento trabajan en un proyecto de reforma de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional (FAN) que la pasa a la reserva, refirió el vicealmirante Jesús Briceño García. Pese a que el pueblo rechazó la reforma constitucional de 2007 que consagraba a la milicia dentro de la estructura castrense, el expresidente Hugo Chávez la activó.
En la reforma constitucional propuesta por Chávez, en 2007, se planteó que el artículo 329 de la Constitución tuviera esta estructura: “La Fuerza Armada Bolivariana estará integrada por los distintos cuerpos de tierra, mar y aire, organizados administrativamente en los siguientes componentes militares: el Ejército Bolivariano, la Armada Bolivariana, la Aviación Bolivariana, la Guardia Nacional Bolivariana y la milicia popular Bolivariana; y estructurados dichos cuerpos en unidades combinadas de guarnición, unidades combinadas de adiestramiento y unidades de operaciones conjuntas, tanto en el nivel táctico como en el nivel estratégico”.
Luis Alberto Buttó enfatizó que el hecho de que la milicia figure dentro de la Lofan eso no significa que constitucionalmente sea un componente de la Fuerza Armada. Cree que ni siquiera a través de la Asamblea Constituyente podría ser eficaz en conceder rango constitucional, como se deduce de lo poco efectivo que el cuestionado órgano puede ser. «Lo único que han hecho es montar un Poder Legislativo paralelo», dijo.
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