La democracia como sistema político apareció hace muy poco tiempo en Latinoamérica. Asentar tal sistema en la región ha sido una tarea ardua y complicada, que poco a poco ha rendido sus frutos. En la actualidad, la mayor parte de los países latinoamericanos gozan de una democracia respetada y entendida como la mejor forma de llegar a consensos y garantizar las libertades de los ciudadanos.
Lamentablemente, nuestra Venezuela actual carece de un sistema democrático. Durante 20 años el régimen se encargó de desmantelar las instituciones del Estado e instaurar su modelo por la fuerza, donde pudieran violentar la Constitución y llenar sus bolsillos. Por este motivo en la Asamblea Nacional nos hemos puesto la tarea de recuperar la democracia en el país, ya que entendemos que es la forma para darle solución a los problemas que hoy padecen los venezolanos.
Debemos resaltar que una de los grandes beneficios de la democracia es la separación de poderes. Tal característica permite la estabilidad política y la creación de un sistema de contra pesos, mediante el cual los Poderes Públicos, ya sean el Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano, se supervisan mutuamente, de modo que se garantice el respeto al Estado de Derecho y el sano funcionamiento de cada uno. Así se evita que un grupo en el poder atropelle a un sector de la población que le hace oposición.
Asimismo, en una verdadera democracia, apegada a la Constitución y las leyes, se vela por brindar una calidad de vida a la población, sin distinción. Además, los derechos de todos son garantizados y las libertades respetadas. De este modo, los derechos de cada quien son igual de importantes y válidos, permitiendo un sano desenvolvimiento de la sociedad. Y claro está, en democracia los ciudadanos escogen el futuro del país, no aquellos que se niegan a dejar el poder.
La causa que nos motiva a seguir luchando es alcanzar la democracia, porque sabemos que es el mejor camino para reconstruir Venezuela. Necesitamos llegar a un consenso como sociedad, a través de unas elecciones presidenciales libres que sean legítimas, universales, confiables y conforme a nuestra Constitución. Para eso es vital contar con instituciones sólidas, capaces de brindar soluciones reales a las problemáticas del país.
Como funcionarios electos por los venezolanos, trabajamos sin descanso para llegar a esa Venezuela que queremos y necesitamos. Nuestras soluciones están apegadas a la Constitución y tienen el apoyo de la población. Pronto contaremos con un modelo que si genere progreso y estabilidad para el beneficio de todos.
Stalin González