El consejo educativo de la Unidad Educativa Especial de Audición y Lenguaje, ICOAL, ubicada en el este de Barquisimeto rechazó este martes la decisión que tomó la Zona Educativa (ZE) de Barquisimeto para reubicar a los niños oyentes que se incorporaron a ese plantel hace dos años, pues presuntamente no es beneficioso para su proceso de aprendizaje y comunicación.
Cesar Rodríguez, en representación del referido Consejo Educativo, explicó a Elimpulso.com que hace dos años se puso en marcha un proyecto de integración de niños oyentes en esa institución donde solo estudiaban niños con dificultad auditiva. Sin embargo, asegura que las autoridades actuales de la Zona Educativa en Barquisimeto, consideraron que dicha integración puede causarle mutismo selectivo a los niños oyentes, por lo que considera inviable el proyecto.
No obstante, los representantes de los estudiantes de esa escuela, tanto oyentes como con dificultad para escuchar, insisten en que dicha integración, lejos de causar daños a sus hijos, les ha ayudado a evolucionar.
En la actualidad la matrícula de este plantel es de 56 estudiantes, de los cuales 35 son niños oyentes, según indicó Oriana Guillén, representante de dos niños oyentes. Guillén además recordó que una psicóloga les explicó que el mutismo selectivo ocurre en niños que han sufrido fuertes traumas que luego les producen dificultad para comunicarse; “y ese no es el caso de nuestros niños”, apuntó.
«La integración no causa mutismo selectivo»
En ese sentido, Elimpulso.com consultó al especialista en desarrollo Infantil y en educación especial, Carlos Viscuña, quien reforzó la explicación que le dieron a la citada representante, asegurando que es un error pensar que la integración con niños sordos, causa mutismo selectivo a niños oyentes, pues ésta es una alteración generalmente asociada a episodios o conflictos emocionales fuertes en el niño; “de allí, el carácter selectivo de la comunicación”, agregó.
“En este caso hay una ventaja para los niños oyentes, quienes se hacen bilingües porque manejan la lengua de seña nacional”, dijo Viscuña, quien lamentó que se pretenda irrumpir en un proceso de integración social como el que sucede en ICOAL, e insistió en que las condiciones sensoriales como la deficiencia auditiva no son contagiosas.
Por otra parte, Diveana Castillo, madre de una niña con deficiencia auditiva, aseguró estar en desacuerdo con la decisión de la ZE, pues considera que su hija ha avanzado mucho en su comunicación y madurez, pues incluso está preparada para defenderse del bullying.
“Ella viene de una comunidad oyente y comparte a diario con niños oyentes y en ningún momento a ningún niño le ha causado mutismo selectivo. Aquí hay representantes que tienen un niño oyente y un niño sordo y ninguno está afectado de manera negativa”, insistió.