El tema de mi arrollamiento por parte de un autobús tipo acordeón de Transbarca siempre estará vigente, por cuanto la existencia de DIOS es eterna y ÉL estuvo allí presente en todo momento. Y debo decirles también, a riesgo que alguien me tilde de loco, que ese accidente del cual todos Uds. ya saben, me dejó muchas satisfacciones. ¿Cómo es eso? preguntaría alguno con sorpresa e incredulidad. Bueno, ya lo he explicado en artículos anteriores acerca los santos ángeles de DIOS que no se separan de sus hijos. Pero hubo una frase que me ha dejado gratamente impactado, dicha, precisamente, por la persona que paradójicamente fue quien me atropelló, expresada con respeto y admiración, el señor José Sánchez, conductor de la unidad antes descrita: “varón, a Ud. DIOS lo tiene blindado”
Blindado, según el diccionarito por la WEB dice “El blindaje se refiere a barreras físicas de protección, utilizadas en sistemas de transporte o combate para reducir o evitar el daño causado por el fuego enemigo. En el blindaje clásico se emplean para esta finalidad planchas metálicas, como el acero, de un cierto grosor, actuando como cubierta al cuerpo a proteger. Otros tipos de blindaje son el blindaje reactivo, el cual otorga protección especial a los carros de combate contra la munición explosiva. Hay vestimentas de personal militar, policial, y aún civil, con un blindaje especial basado en compuestos esponjosos o gelatinosos de gran resistencia al impacto directo.”
Esta amplia definición aportada por los estudiosos del tema lingüístico, solo quiere ratificar lo que Dios hace por sus hijos. Cómo nuestro Señor Jesucristo protege a quienes le aman y le obedecen porque él también les ama. Y el objeto de esta reflexión es seguir exaltando el amor, el poder y la misericordia de un DIOS que deberíamos conocer más a través de su Palabra.
Les cuento. Saulo de Tarso era Saulo de Tarso era el más acérrimo perseguidor de los cristianos. Su degradación espiritual se manifestó de tal manera que cuidó la ropa de los asesinos de Esteban cuando lo apedreaban, dando su consentimiento, obviamente. Y después de la muerte de Esteban, Saulo salió a buscar los seguidores de Cristo. Se mete en las casas, los saca y los mete en prisión. Muchos de los discípulos huyen a otras ciudades. Pero Saulo va a otras ciudades a buscar a los fieles a Jesús. Ahora va a Damasco. Pero, en el camino, es cuando Dios le hace el llamado, el cual obedece y cambia radicalmente su vida. Ahora, será el apóstol Pablo.
Dios, entonces coloca un blindaje sobre su siervo. No solo material, sino especialmente espiritual. Él mismo da testimonio. Dice “En azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez” 2Cor.11:23.27.
Sin embargo DIOS y sus santos ángeles estaban allí con su siervo rodeándolo siempre con un blindaje que no se parece en nada al aportado por el hombre, la ciencia y la tecnología.
¡Hasta la semana que viene por la WEB DIOS mediante!
William Amaro Gutiérrez