Hasta los momentos no hay una declaración oficial que explique el por qué de la situación. Por segundo año consecutivo, los venezolanos siguen viendo cómo pasan las horas de su vida sumidos en una cola para abastecer su vehículo de combustible.
Esta calamidad ha llevado a que algunos ciudadanos se acerquen a las estaciones de servicios con envases, buscando comprar reservas de manera clandestina, o cancelar, según algunos denunciantes, a funcionarios de seguridad entre cinco o diez dólares para poder echar gasolina.
En el portal web cnnespanol.cnn.com aseguró que el régimen de Nicolás Maduro ha atribuido la crisis de la gasolina a la corrupción de los exgerentes y las sanciones de Estados Unidos. Han sostenido que PDVSA, desde enero de 2019, no ha podido «conectarse al mercado internacional del petróleo, donde compran los ingredientes necesarios para refinar su crudo espeso y pesado en gasolina«.
Sin embargo, el pasado mes de mayo, el secretario de la Federación Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras del Petróleo de Venezuela, Iván Freites, aseguró que la escasez de combustible se debe a que las refinerías prácticamente están paralizadas.
«No hay producción, no hay refinación. Se estaban refinando 180.000 barriles diarios, pero tuvieron que bajarlo a 120.000 porque los almacenes están llenos. Los buques están llenos de fuel oil, es decir, residuales. No hay manera de que tengamos gasolina”, explicó Freites para ese momento.
Es importante mencionar, que desde hace dos años se agudizó en Venezuela la escasez de gasolina. Durante el primer fin de semana de diciembre, no solo en Barquisimeto, sino en ciudades como Acarigua, San Felipe, Valencia, Maracaibo, Barinas y San Carlos se registraron kilométricas colas en las estaciones de servicios para llenar los tanques de sus vehículos de combustibles.