Una caída del 82% registra la producción del sector industrial venezolano en el tercer trimestre del año, mientras que el 87% de las industrias advierten que si no hay cambios en las políticas públicas, no podrán sobrevivir más de dos años, siendo el factor que más ha afectado al sector, la pérdida de poder adquisitivo del venezolano.
La información la dio a conocer el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela, Conindustria, Adan Celis Michelena, quien señaló para que se produzca la recuperación de la economía, es necesario recuperar la confianza lo que permitiría impulsar las inversiones, generar nuevos puestos de trabajo e incrementar la producción nacional.
Al entrar en los detalles de la encuesta, señaló que l 90% de los industriales venezolanos considera que la situación económica del país para el tercer trimestre de este fue más negativa, en comparación con el mismo período del año 2018, no percibiendo que vaya a haber cambios por lo que las expectativas son también negativas y esto va a afectar otras muchas cosas dentro de la industria.
Sobre la inversión, que representa el principal recurso gerencial para el desarrollo de una empresa, a lo largo del tiempo, el 76 de los encuestados aseguran que no van a realizar nuevas inversiones; mientras que las pocas que se realizarán en un 57% será en el área de mantenimiento de lo que ya existe, y no a la adquisición de maquinarias, incorporación de nuevas tecnologías, es decir que no se trata de expansión de las empresas, generación de puestos de trabajo o elaboración de los nuevos productos que necesitan los venezolanos.
En materia de empleo, el 76% de los encuestados no tienen expectativas de aumentar el empleo y que el mismo ha disminuido, lo que es verdaderamente dramático, recordando que las expectativas son las que generan los cambios, de manera que hay que trabajar en esas expectativas para que retorne la confianza y la inversión en Venezuela.
Señaló que el 82% de la producción en el sector manufacturero ha caído, en comparación con el mismo período del año precedente, indicando que es necesario impulsar esta variable.
“En la medida que en el país haya más productos, haya más ofertas, es la única forma de que los precios bajen, los precios de los bienes y servicios no bajan por decreto, bajan porque haya abundancia de productos, porque haya competencia, cuando tengamos como escoger y de donde escoger, esa es la única forma en la que un país puede alcanzar el equilibrio de sus precios”, firmó.
Señaló que una empresa para que sea eficiente, tiene que tener ocupado el 80% o 90% de su capacidad instalada, siendo el momento de hacer las inversiones nuevas para aumentar esa capacidad, indicando que en estos momentos las industrias están trabajando a un 20,5% de su capacidad instalada, lo cual es dramático, por que los costos se mantienen por el 100%.
En materia de ventas señaló que el 80% de las industrias encuestas han señalado que sus ventas han disminuido; mientras que en torno a las expectativas de si las empresas podrán continuar operando en los próximos años, 87% de los encuestados cree que no puede mantenerse más allá de dos años, lo cual es verdaderamente grave, indicando que es importante que los países tengan un sector industrial fuerte, ya que es la única manera de que los productos importados tengan un referente de competencia.
Al referirse a la fuga de talentos, como consecuencia de la diáspora, indicó que es uno de los problemas más grave que afecta al sector manufacturero, afirmando que un 36% de los encuestados han confirmado que se ha ido de sus empresas, personal fundamental, indicando que uno de los grandes retos es volverse a brindar oportunidades a los venezolanos, para que se queden, quieran otra vez a Venezuela y puedan echar sus raíces y formar sus familias en estas tierras.
Denunció que los tributos que les están cobrando a las industrias, también afectan al proceso, indicando que en estos momentos les cobran tributos incluso a aquellas industrias que generar pérdidas, indicando que el Impuesto a los Grandes Capitales y el IVA son negativos y se aplican en función de la voracidad fiscal del Estado.
Asegura que el 46 por ciento de las empresas se ve afectado por las fallas en los servicios de electricidad, agua, vialidad y comunicaciones.