Confiar. Verbo en infinitivo, no tiene tiempo, no ha sido conjugada la acción en la imagen de una persona o de varias. Sólo retumba en la conciencia pensar en esa acción; pronunciar la palabra que se vuelve infinita e incontrolable justo luego del sonido de la “r” que finaliza su escritura. No es cosa fácil.
En días pasados, muchos amigos sintieron derrumbadas sus expectativas sobre la transición a la Democracia en el país, al suscitarse una dura crisis en la credibilidad de la Asamblea Nacional, como institución libertaria proclamada en rebelión con la gente el 23 de enero del presente año. Los comentarios de frustración en la calle al ver desdibujada una pureza aparente, cual despecho de amores no correspondidos, han traído consigo sus rencores también.
Y vaya que hablar de corrupción en la política es tema común; ¡repudiable por demás!. Así las cosas, alarmados ante esta sobredosis de locura, donde la mentira es la nueva verdad y la verdad sabe Dios en que significado se esconderá, CONFIAR se torna cuesta arriba. Pero que importante es generar confianza para el desarrollo en cualquier actividad humana, sobre todo en el hacer político, donde se manejan expectativas colectivas, existe una visión de que en lo político todos pertenecemos. Por tanto, todos opinamos.
Ahora bien, estando tan desconfiados por la realidad de corrupción que muestra lo peor de nosotros como sociedad, personificado en la imagen de militares,diputados, ministros, gobernadores, altos representantes religiosos, administradores de algún establecimiento comercial… le pregunto a usted, que me lee del otro lado,¿está dispuesto a conformarse?; ¿está dispuesto a creer que forma parte de la “viveza criolla” tomar atajos para burlar la inteligencia, y aceptar esto como única verdad?. Si tal es su nivel de indignación, necesitará de armarse de fortaleza para seguir construyendo la transición.
Usted es pieza clave desde su conciencia; por esto tiranos de antes y de hoy, dominan a la perfección la propaganda política para que muchos como nosotros de la noche a la mañana, luego de batallas ganadas, pensemos que la guerra esta perdida, decepcionados ya por no ver luz al final del túnel… De esta forma, muy fácil ganarán la guerra quienes han ocasionado el hambre en Venezuela. Sin nuevas ideas salvo las del socialismo, sin nuevas caras salvo las recicladas, sin soluciones al desastre salvo la misma delincuencia organizada en el poder, ¡en fin! colaboraremos tanto como los que se corrompen en asumir la decepción como nuevo mantra.
Ante ese panorama de horror, sólo celebrarán los opresores, quienes habiendo conocido de las ideas de Joseph Goebbels, (Ministro de Educación y de Propaganda de Adolfo Hitler), aplicarán descarnadamente sus 11 principios, para manipular su opinión, tomando hechos reales, quebrarán su moral, hasta debilitar al adversario, que reclama Democracia, quiere Libertad; pero sólo cuenta con su confianza para lograr el objetivo.
Quienes hoy, llenan su maletín con el sufrimiento de la nación, quebrando la confianza de muchos, tendrán que saldar sus cuentas con la historia. Con mi confianza no cuenten para el cobro de sus honorarios.
¡De esta mala hora saldremos!.
Macarena González