Este viernes por la mañana un hombre abrió fuego en un edificio de la Base Aérea Naval de Pensacola, Florida, EEUU, y el ataque dejó cuatro personas muertas, entre ellas el agresor. El tiroteo generó una masiva respuesta de agentes de distintas corporaciones a la base, la cual cerró todas sus puertas para la restricción de todo movimiento.
Once personas fueron baleadas en total, entre ellas dos agentes del sheriff que fueron los primeros en responder y uno de los cuales mató al hombre que disparó, dijo el sheriff del condado de Escambia, David Morgan. A uno de los agentes le dispararon en el brazo y al otro en la rodilla, y se esperaba que ambos se recuperen, dijo.
Morgan no dijo si el autor del tiroteo pertenecía al ejército. Señaló que no quería hacer conjeturas sobre si el tiroteo estaba relacionado con motivaciones terroristas.
La base emplea a más de 16.000 efectivos militares y 7.400 civiles, según su sitio web. Es una de las bases de la Marina con mayor historia, que se extiende sobre el malecón al suroeste del centro de Pensacola y domina la economía de la zona.
Es la sede del equipo de acrobacia aérea Blue Angels y el Museo Nacional de Aviación Naval, una concurrida atracción turística.
El comisario del condado de Escambia, Jeff Bergosh, que trabaja en la base como contratista civil, dijo al periódico Pensacola News Journal que se hallaba haciendo fila para ingresar a las instalaciones el viernes por la mañana cuando las puertas fueron cerradas debido a un reporte de tiroteo en curso.
“Había probablemente 100 vehículos de varias fuerzas de seguridad que cruzaban a toda velocidad el Navy Boulevard en sentido contrario”, declaró Bergosh al periódico. “Había ambulancias, camiones de bomberos”.
Se trató del segundo tiroteo en una base naval de Estados Unidos en la semana. Un marino perteneciente a la tripulación de un submarino atracado en Pearl Harbor, en Hawái, disparó el miércoles contra tres empleados civiles, matando a dos de ellos, antes de suicidarse.