En la entrega anterior de hace dos semanas, demostramos a través de los científicos, estudiosos e investigadores del tema, como el cuerpo humano posee 2 cerebros. Uno en la cabeza y otro en las vías digestivas. Y como los alimentos que ponemos en el estómago van a ser determinantes para prevenir enfermedades no solo físicas como el cáncer, la diabetes, la hipertensión, los ACB, los infartos al miocardio etc. Si no también las enfermedades de la mente: angustias, miedos, depresión, demencia, estrés etc. E incluso, influye en el discernimiento espiritual. Es decir, dejarse llevar por la influencia del ESPÍRITU SANTO que nos encamina hacia la SALVACIÓN.
Hace años pensábamos que la SEROTONINA, un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo. Que regula el apetito causando la sensación de saciedad, que controla la temperatura corporal, regula el apetito sexual, controla la actividad motora, la percepción y la función cognitiva. Junto a otros neurotransmisores como la dopamina y noradrenalina-que rigen la ansiedad, el miedo, la angustia y la agresividad, era producida o segregada por el cerebro que está en la cabeza. Pero, los científicos descubrieron otra cosa, que va de la mano con la Palabra de nuestro CREADOR: DIOS.
Comprobaron que el intestino utiliza los mismos neurotransmisores que el cerebro. Y el 95% de la serotonina humana se encuentra en el intestino. ¿Cómo les parece? “La pared intestinal tiene al menos siete tipos de receptores de serotonina, explica el Dr. Michael D. Gershon, autor del libro El Segundo Cerebro y presidente del departamento de anatomía y biología celular de la Universidad de Columbia, en New York. “Esos receptores se comunican con células del sistema nervioso para desencadenar el flujo de enzimas digestivas o iniciar movimientos intestinales”. Confirma «La mayoría de los pacientes con ansiedad y depresión también tendrán alteraciones en las funciones intestinales»
Por ello “Dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así” Gen1:29,30. ¡Clarísimo!
Pasa, como los creadores del auto modelo CHEVROLET. Ellos no van a preguntarles a los creadores de la FORD como van a mantener su modelo. Eso es bastante obvio. Sería absurdo. Igual sucede con nuestro CREADOR. Es él quien sabe cómo mantener el funcionamiento del CUERPO HUMANO. La palabra inspirada fortalece esta verdad verdadera. Explica el efecto de la alimentación carnívora sobre primero y el segundo cerebro y lo relaciona con las vías digestivas y la alimentación. “El mismo alimento que les colocan por delante es tal que les irrita el estómago. La excitación que así se produce se comunica al cerebro, y como resultado se despiertan las pasiones. Todo lo que entra en el estómago afecta no sólo al cuerpo, sino finalmente también a la mente. El alimento pesado y estimulante afiebra a la sangre, excita el sistema nervioso y con demasiada frecuencia embota la percepción moral, de modo que la razón y la conciencia son dominadas por los impulsos sensuales”. LIBRO. Ministerio de Curación. Helen White. Ya vemos con claridad y precisión que ser vegetariano o vegano no se trata de fanatismo religioso, sino de mantener el cuerpo y la mente saludable y obedecer a DIOS.
¡Hasta la semana que viene por la WEB DIOS mediante!
William Amaro Gutiérrez