Este próximo 2 de diciembre se cumplen 12 años de la victoria de la democracia en referéndum constitucional del 2007 sobre por el chavismo, en el cual el régimen quería transformar al Estado venezolano para sus intereses personalistas. Ya en aquellos años el régimen empezaba a mostrar sus verdaderas intenciones políticas de un modelo totalitario y fracasado. Sin embargo, los venezolanos que queríamos que nuestro país se mantuviera como un Estado democrático y republicano fuimos una fuerte mayoría en dichas elecciones, propinando la primera derrota de Chávez mediante los votos.
Participar en el proceso del referéndum constitucional del 2007 no fue una decisión fácil. Una eventual derrota hubiera significado permitir el cambio de nuestra Carta Magna y modificar el sistema político por un modelo fracasado que solo genera atraso y pobreza. Por otro lado, no participar en señal de rechazo, hubiera aprobado sin ningún obstáculo la Constitución chavista, de modo que las consecuencias para el pueblo venezolano hubieran sido terribles.
Ya en esos tiempos existía un sector político intransigente, que se negaba a participar en esa batalla y daba todo resultado como perdido. Incapaz de plantear soluciones coherentes a la realidad política y social del país, su discurso solo se valía de constantes críticas a nuestras propuestas, llamando a desconocer también nuestras acciones. Lamentablemente ese sector sigue manteniendo ese discurso perjudicial para las aspiraciones de cambio de Venezuela, sin plantear una gestión sensata y acorde a los problemas que padecen los venezolanos.
Hoy podemos mirar atrás y darnos cuenta que la decisión de participar de forma unida y organizada fue la acción correcta. No solo logramos derrotar electoralmente al chavismo, sino que también nos permitió iniciar un proceso de renovación política necesaria para aquel momento y fundar a la Mesa de la Unidad Democrática. Requirió mucho trabajo y coraje movilizarnos y luchar en todos los espacios: la calle, los gremios, las organizaciones civiles, los estudiantes, las universidades y los medios de comunicación, y todo el gran esfuerzo se vio recompensado gracias al apoyo de millones de venezolanos.
Tenemos que recordar este episodio victorioso de nuestra lucha, sobre todo en el momento que atraviesa el país, para enfrentarnos a un régimen que se niega a dejar el poder y comete toda clase de injusticias y atrocidades contra quienes desean una mejor realidad. Asimismo, no podemos perder las esperanzas ni hacer caso a aquellos que solo luchan desde el teclado, inundando con pesimismo a los venezolanos, restando nuestras fuerzas y alimentando indirectamente las fuerzas del régimen.
En aquella coyuntura demostramos que a través de la unidad y organización se pueden lograr los objetivos planteados y hacer frente al régimen. Si en verdad queremos un cambio, debemos que entender que hay batallas que librar, pero tomando las decisiones correctas y acordes a la situación actual, porque de lo contrario tendremos un retroceso en nuestra ruta, para dar fin al sufrimiento de millones y regresar la democracia a Venezuela.
Stalin González