Se dice que es preferible una libertad peligrosa a una esclavitud tranquila; aquí, en nuestro país, se dificulta ubicarse, estamos todos tan inseguros y agobiados por el desgaste del país, que se ha convertido en puros inconvenientes y promotor de la negatividad, al extremo de solo ser receptor de malas noticias, que en nada ayuda y solo sirven para entorpecer la creatividad; tristemente eso es lo que se ve aquí, en un país tan rico, quizás, el más rico del mundo, hoy nada acreditado y ocupado en su mayoría en busca de enemigos, en confrontaciones estériles, que solo atrae desconfianza, fama de busca pleitos, como un guapetón de barrio, que buscan los rollos para que los demás pague las consecuencias; si es tan fácil y económico poner en practica la decencia y estar consciente de que este rubro, siempre produce activos que a todos benefician.
No hay razón para perder el derecho de vivir en armonía, por ello debemos cambiar en buena parte y recuperar nuestra forma de vivir y actuar; es imposible que por un poco porcentaje de personas mal hablados, taimados y de mal proceder, nos contagiemos todos; este país y sus ciudadanos de primeras líneas no tienen razón, ni por qué perder las señorías y las buenas costumbres, hay que resaltar los valores y unidos, para que todo no siga a la deriva y cuidar de la raíz, porque en las ramas está el fruto y no hay que escatimar esfuerzos en los buenos propósitos, todos a seguir pensando en la reconstrucción del país, sin desmayar y dejar de buscar confrontaciones, esto al mejor estilo y talento, demostrar que son más los de buena voluntad que los que siguen el camino de la destrucción; sigamos con pasos firmes, ideas claras, consiente que nadie puede ser castigado por desear el bien, trabajar, generar empleos, alimentos en general, pagar sus impuestos y ser parte de la solución.
Dijo Albert Einstein “ La imaginación es más importante que el conocimiento” también lo dijo Benjamín Disraeli “ La imaginación gobierna al mundo”, entonces sigamos los consejos de estos sabios pensadores; que según jamás, se equivocaron y pensemos en positivo de nuestro país, hagamos caso omiso a la catastrófica crisis, haciendo borrón y cuenta nueva, perdón, sin rencores, ni revanchas, todos en el mismo camino; amor, unión, paz y trabajo; primero Venezuela y frenar la avaricia, un solo objetivo la Patria, nuestra madre, a quien le debemos todo; hoy destruida, herida por sus propios hijos mal aconsejados, que le han dado la espalda a quien los ha amamantados, con todo el amor de una noble madre, que da todo y el hijo no da nada, pero también sufre su dolor, al ver el comportamiento de sus hijos, pendiente como toda madre, sin perder las esperanza de que por el amor a Dios encuentren su camino y rectifiquen.
Pero como todos sabemos que lo que deseamos es el bien, seguimos en busca de la paz la convivencia, no dudemos en poner en práctica algunas notas de las tantas, que nos envía el Doctor Marcos Tulio Mendoza, siempre atento con su desbordado talento, que no escatima nada para compartirlo, surtiendo siempre positivo, como todo hombre de idoneidad, que siempre apuesta al bien, con su incansable lucha y firme aspiración de la reconstrucción del país y sus valores perdidos; que me disculpe Marcos Tulio que sin su permiso copio y comparto con mis lectores; “ El poder de las palabras, las consideraciones negativas, descalificadoras y críticas, suelen ser: corrosivas del ánimo, saboteadoras de las acciones por realizar y en su esencia, promotoras de la autoflagelación y cuestionamiento de todo lo ejecutado. En su envoltorio de negación, se esconden miedos y frustraciones añejas, rechazos afectivos y ambiciones de poder que se exteriorizan como reflexiones de racionalidad y visiones proféticas las cuales lejos están de tomar en cuenta la injusticia e iniquidad en su apreciación sobre una realidad siempre compleja y multicausal. Con el barniz de la tristeza, las palabras ven fracasos donde hay trabajo, acciones y oportunidades, magnifican errores y fallas, obviando esfuerzos y aprendizajes. Muy frecuente escuchamos frases como: Así no se puede… Te lo dije… Yo sabía que pasaría…Todo fue un fracaso…Intentando ser fieles a sus palabras mentalizadas y a sus frustraciones reforzadas en el tiempo, todo lo contrario resulta el empoderarse con el…Si de la lucha continua…Ahora es cuando podemos unir más esfuerzos, entender nuestro rol, compromiso, aportar nuestra voluntad y verbo hacia el destino y esperanza común”.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país
José Gerardo Mendoza Durán