Según el más reciente reporte de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida) y Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV), al menos 39 personas trasplantadas han muerto en el país debido a la escasez de inmunosupresores.
El informe detalló que el año con más decesos fue 2018 y los estados Aragua y Táchira fueron los más afectados.
“De forma sostenida, el Estado desoyó las permanentes advertencias, solicitudes y exigencias realizadas por las personas afectadas, sus familias, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos del personal de salud, instituciones académicas, organismos de la comunidad internacional y órganos de protección de derechos humanos. Ninguna de las muertes ha sido investigada”, indica el documento.
También denunciaron que «1.283 personas están en riesgo de fallecer por la escasez de insumos y el cierre de unidades de diálisis en los estados Lara, Aragua, Carabobo, Cojedes y Mérida«.