La producción nacional de café este año será apenas de un 20% de lo que se producía hace unas dos décadas, estimandose que a duras penas se alcanzarán unos 300 mil quintales, debido a la falta de insumos como fertilizantes y agroquímicos, y a las necesidades reales de los caficultores que en estos momentos “están pasando hambre”.
Se recuerda que hace dos décadas, la producción de café en Venezuela era de 2 millones 800 mil quintales en un año bueno y a veces un poco más y en un año malo era de 2 millones 200 mil quintales, mientras que el consumo nacional estana por encima de los 2 millones 100 mil quintales; sin embargo, debido a la crisis de la economía, al deterioro del poder adquisitivo de los venezolanos, en estos momentos el consumo nacional está alrededor de los 750 mil quintales, lo que pone en evidencia que el consumo se ha reducido en 20 años en 1 millón 350 mil quintales, mientras que la producción ha caído gracias a la revolución en 2 millón 500 mil quintales de café.
Se estima que los caficultores de zonas tradicionales de Lara, Portuguesa, Trujillo, entre otras no van a tener la producción que tenían en años anteriores debido a la carencia de insumos, tampoco tienen acceso a los créditos como consecuencia de las limitaciones que tienen los bancos por el encaje bancario, lo que les obliga debido a sus necesidades economicas, a recoger el poco café de sus sembradios, sin dejarlo siquiera madurar, para comercializarlo, y a esto se debe que el café que se está consumiendo no sea de muy buena calidad.
En estos momentos, la situación de los caficultores venezolanos de las zonas tradicionales, es verdaderamente dramática porque se enfrentan a una mala cosecha, acompañada de unas deplorables condiciones económicas, ya que solamente estarán produciendo un 20% de lo que se producía antes, de allí que zonas como Guaríco, Sanare, Chabasquen, Biscucuy, entre otras los productores no la van a estar pasando muy bien, debido a que este rubro nunca se ha atendido de la manera debida, tampoco se ha escuchado a los reclamos de los productores, ya que para muchos funcionarios del gobierno, es más rentable importar café pagándolo por encima de los precios nacionales, que fijar precios internos rentables y aplicar políticas de estímulo a la producción nacional, por lo que estamos en presencia de un golpe muy severo a la economía de estas poblaciones.
Por otra parte, se estima que esta cosecha de 300 mil quintales, buena parte del rubro no será de buena calidad, debido a lo antes mencionado de que se esta cosechando antes de tiempo, para comercializarlo y poder atender los requerimientos económicos inmediatos, ya que en estas zonas no hay bodegones repletos de productos como en Caracas, por el contrario allí hasta las bodegas tradicionales, desaparecieron.
Para atender el consumo nacional, el gobierno debería importar más de 400 mil quintales de café, pero como en estos momentos enfrenta a una crisis de flujo de caja, es muy probable que el poco café que haya en el mercado, se encarezca en sus precios.