Lo que está ocurriendo en Suramérica, donde se está viendo un proceso intenso de desestabilización en naciones democráticas, no sólo es consecuencia de acciones provocadas por el Foro de Sao Paulo, sino por grupos desestabilizadores financiados por organizaciones internacionales.
Tal es el criterio que sustenta el Dr. Julio Portillo, abogado internacionalista, consultado por Elimpulso.com, quien dice que tanto Rusia como China también están involucradas en proyectos de aprovechamiento con ese proceso desestabilizador.
Conviene observar que por parte de Rusia, Vladimir Putin, quien está obsesionado por la grandeza que tuvo su país en el pasado, asume ya la condición de ser una especie de zar y en ese sentido está muy interesado en lo que sucede en esta parte del continente americano.
Al mismo tiempo, China muestra un creciente empeño en participar en las economía de estos países de Suramérica y ofrecen, con buenos resultados para ese país asiático, créditos a cambio del dominio sobre territorios que tienen riquezas naturales.
La democracia occidental, inspirada en el parlamentarismo inglés y en las ideas de la antigua Atenas, está en peligro porque ha surgido una especie de neomercantilismo. Es de recordar que el mercantilismo se apoyó en el control de los territorios y en la posesión del oro y la plata.
Aquí, en Venezuela, estamos viendo cómo China ya tiene control de importantes empresas de Guayana.
Claro está, la debilidad de los gobiernos le proporciona la posibilidad de hacerlo, porque a los chinos no les importa que le paguen con dinero, sino con materia prima. Y eso es precisamente lo que están haciendo.